El Gobierno de Australia minimizó hoy la llegada de tres buques de guerra chinos a la bahía de Sídney en medio de las tensiones sobre el mar de China Meridional, al argumentar que se trata de una visita planificada.
El contingente chino, que incluye una fragata, un barco auxiliar y un buque anfibio de asalto con más de 700 tripulantes, amarró en la base militar de Garden Island, donde permanecerá cuatro días, sin que su presencia hubiera sido anunciada por Camberra.
"Lo sabíamos desde hace un tiempo. Es un acuerdo de visitas recíproco porque buques australianos han visitado China", dijo a la prensa el primer ministro australiano, Scott Morrison, quien está de viaje en Islas Salomón.
"Regresan de un operativo contra el tráfico de drogas en Oriente Medio y es una prueba de la relación que tenemos y que está encaminada desde hace tiempo. Quizá fue una sorpresa para algunos, pero no para el Gobierno", añadió el mandatario según un comunicado de su oficina.
La llegada de los barcos sigue al cruce de acusaciones de los responsables de Defensa de Estados Unidos y China en el foro de seguridad Diálogo de Shangri-La que se celebró este fin de semana en Singapur.
El secretario de Defensa interino de EEUU, Patrick Shanahan, acusó a Pekín de "desestabilizar la región" con la militarización en el mar de China Meridional y llamó poner fin a un "comportamiento que socava la soberanía de otras naciones y siembra la desconfianza".
China ha construido instalaciones de uso militar en varias islas de este estratégico espacio marítimo - clave en las rutas del comercio internacional, y rico en recursos energéticos y pesqueros - que también reclaman Filipinas, Malasia, Vietnam y Brunéi.
El ministro de Defensa chino, Wei Fanghe, defendió estas instalaciones como un "derecho legítimo" y cargó contra Washington por interferir en la relación entre China y Taiwán por la que, según dijo, Pekín está dispuesta a "luchar hasta el final"