Utrera, pueblo flamenco de tez morena y dureza de apero de labranza en las manos, despidió a José Antonio Reyes. El extremo internacional del Sevilla, el Real Madrid, el Atlético o el Arsenal, entre otros, que llevó el fútbol, y la forma de entender la vida, más allá aún. Miles de vecinos lloraron a uno de sus paisanos más ilustres, fallecido el pasado sábado en accidente de tráfico junto a un primo y quedando herido de gravedad un segundo familiar. La iglesia de Santa María y su entorno se tiñó de luto, sentimiento profundo y quebranto.
En la liturgia estuvieron presentes familiares, autoridades municipales y representantes del mundo de fútbol, como el presidente del Sevilla, José Castro, también oriundo del municipio sevillano. En Utrera, doblaron las campanas y las lágrimas partieron el cielo. Todos los ojos lloraban el mismo mensaje: «Descanse en paz».
