En su encuentro con los periodistas durante el vuelo de regreso de Rumanía a Roma este domingo, el Papa Francisco ha afirmado rotundamente que «un político nunca debe sembrar odio y miedo. Solamente esperanza, que es necesaria para ir adelante».
El Santo Padre respondía así a una pregunta sobre la manipulación de símbolos religiosos por políticos italianos y franceses hostiles a los inmigrantes durante la reciente campaña electoral al Parlamento Europeo.
Después de excusarse afirmando que «yo no entiendo la política italiana», el Papa ha subrayado que «una de las enfermedades de la política en todas partes es la corrupción», y ha añadido que un político no debe recurrir a medios deshonestos como la calumnia.
Aunque ha evitado hacer comentarios sobre Salvini o las recientes elecciones europeas, el Santo Padre ha lamentado en tono preocupado la perdida de entusiasmo por el proyecto europeo en algunos países, y ha animado a todos a redescubrir el espíritu de los «padres fundadores».
Dejando claro su respeto a las diferentes creencias, el Papa ha pedido a los periodistas creyentes «rezad por Europa», y a los no creyentes «desead que Europa vuelva al espíritu de los padres fundadores».
Respecto a su predecesor Benedicto XVI, Francisco ha comentado que «cada vez que voy a visitarle le tomo de la mano y le hago hablar. Habla despacio pero con la profundidad de siempre. Me conmueve. El problema de Benedicto son las rodillas, no la cabeza».
