La unión que hace el yihadismo de lo que es terrorismo con las creencias religiosas musulmanas, en su interpretación más rigorista, no es una casualidad sino que responde a una estrategia perfectamente definida, cuya finalidad es la islamización, por las buenas (en este caso por las malas) de todos los que profesan otras creencias.
Según comentan expertos a LA RAZÓN, llama la atención la aparente ceguera, por aquello de lo políticamente correcto, de algunos sectores de la sociedad occidental, que prefiere no enfrentarse decididamente al peligro que supone dicha estrategia para el mantenimiento de los valores en los que se cimenta dicha sociedad democrática y de libertades.
Las bandas yihadistas, tanto Al Qaeda como Daesh, incluyen casi siempre en sus publicaciones, además de las referencias “bélicas·, artículos “religiosos” en los que trasmiten a sus combatientes la importancia de las actividades terroristas que, según les dicen, responden a los designios de Alá.
En uno de estos escritos, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, se asegura que la mejor manera de alcanzar el paraíso es “a través de la yihad por Alá. En cada batalla escribe Dios y aumenta el número de los que se convierten en muyahidines (combatientes)”.
Por ello, advierte de la necesidad de luchar contra los que “retrasan la propagación del Islam en las naciones, en las sociedades, con el fin de aumentar la legitimidad de los gobernantes y su inferioridad” ante el Islam.
La anterior afirmación, según las citadas fuentes, revela la maldad de la referida estrategia ya que cualquier persona que impida la propagación del Islam se convierte, per se, en un enemigo a batir.
Llama la atención que quienes protagonizan el terrorismo más atroz afirmen que “hay infidelidad y corrupción en la tierra” y se quejan de que “en nuestro tiempo, los creyentes a menudo se encuentran vulnerables ante muchos enemigos” (que no son musulmanes). Y agregan que lo hacen para “perturbar la poesía de la yihad”, como su como si el asesinato y la destrucción fuera una forma de literatura avanzada.
“Los creyentes deben trabajar para aumentar lo que tienen y reducir lo que su enemigo tiene”, ordenan, con especial referencia a su dinero y a sus territorios.
“Lo que Dios ha mostrado por los soldados del Estado Islámico es por su perseverancia y empoderamiento en pocos años. Es un argumento para las personas en este momento, para que se aferren al camino de la yihad por el bien de Alá”, subrayan
