Científicos británicos obtuvieron la primera confirmación de la relatividad general tras dos expediciones organizadas después de la guerra
La Luna tapó el Sol en la isla africana de Príncipe. Arthur Eddington llevaba meses preparándose para el momento. Corría el 29 de mayo de 1919, hoy hace cien años, y durante casi siete minutos, el astrónomo británico pudo fotografiar un cúmulo de estrellas en la constelación de Tauro, visible en torno al eclipse. Los datos que se recogieron ese día, hace exactamente un siglo, permitieron comprobar que la luz de astros lejanos se dobla al pasar junto al Sol, tal y como predijo cuatro años antes Albert Einstein, un físico alemán conocido solo en círculos expertos. Ese año, recién acabada la Gran Guerra, la teoría de la relatividad general se impuso triunfante sobre la gravedad de Isaac Newton y el mundo conoció a Einstein. La ciencia ya nunca sería igual.