El escultor, pareja del cantante durante 26 años, mantiene un contencioso para que los niños que tuvieron sigan relacionándose como hermanos con los mismos derechos
Miguel Bosé rompió hace una semana el blindaje con el que protege su intimidad. Se saltó todas sus normas y acudió al estreno de la película Godzilla: rey de los monstruos en Los Ángeles acompañado de sus hijos, Tadeo y Diego. Por vez primera, Bosé posaba acompañado de los niños en una puesta en escena muy estudiada. Los tres llevaban el mismo atuendo, un traje de chaqueta con falda larga negra y gafas del mismo color. Pero por si los medios de comunicación no se hacían suficiente eco de esta escena, el propio cantante difundió la fotografía tomada en el Teatro Chino de Hollywood en sus redes sociales. Nacho Palau, quien ha sido pareja de Bosé durante 26 años, vio las fotos desde Chelva, un pueblo de mil habitantes en el interior de Valencia, en el que se refugia con sus hijos Ivo y Telmo en casa de su madre, una vez que la familia que crearon se desquebrajó. “No me ha gustado nada”, explica Palau a este periódico en conversación telefónica, “me da mucha pena ver así a los enanos, ver así a los tres, pero Miguel está acostumbrado, los niños no”. Es la primera vez que rompe su silencio.