- Ciudad de México 1 de junio: Festival Cosquín Rock
- Guadalajara 5 de junio: Auditorio Blackberry
- Ciudad de México 7 de junio: Noisy
- Querétaro 8 de junio: Aldama Club León
- Toluca 9 de junio: Foro Landó
La banda española Elefantes vuelve a México a principios de junio para ofrecer diversos conciertos, presentar su nuevo disco y celebrar 25 años de carrera musical. Aquí, una entrevista con Shuarma, su vocalista.
Decía Julio Cortázar que se podía dar la vuelta al día en 80 mundos. Así me suena la premisa que manejan en su nuevo disco, La primera luz del día.
¡Qué linda frase la de Cortázar! En el caso de nuestro disco, sugiere que con la primera luz del día tú tienes un espacio para pensar de qué manera quieres enfrentarte a esas 24 horas. Hay cosas que no podemos decidir, como qué nos va a pasar, pero sí la actitud que tendremos con lo que pase. Al final, eso nos define como personas.
Además, cada día encierra una vivencia exterior y una vivencia interior, ampliándose así las posibilidades.
El exterior siempre viene dado por la experiencia interior. Nosotros somos nuestros únicos compañeros de viaje y todo nace de nuestro interior. Es muy importante dedicarnos tiempo, saber qué queremos, estar contacto con nosotros.
Elefantes, y tú en particular, han estado desde hace años en constante búsqueda por comprender la vida, al ser, y eso lo plasman en sus canciones. ¿Qué ha cambiado en los últimos tiempos en ese sentido?
Siempre me ha interesado la búsqueda, me gusta, me enseña, me motiva. Sea el área de estudio, la filosofía que sea, me parece muy interesante. Creo que la gran sabiduría proviene de estar en contacto con uno mismo, respetar cada momento, a veces tienes una búsqueda espiritual mayor, a veces no necesitas eso sino que te conviene la superficialidad. A ratos necesitas que todo sea exterior. Lo importante es respetar tu proceso cotidiano.
¿Cómo has ido entretejiendo tu realidad con la de una banda con la que llevas ya 25 años?
He elegido la música como mi página en blanco, mi libro de vida, pues con mis canciones voy contando mis experiencias como persona, los procesos de entender o desentender de lo que me pasa. Nunca he sido bueno contando la historia de otros; necesito contar la mía. En cada disco hay un reflejo existencial de lo que voy reflexionando.
A la par, está el crecimiento de la banda, pues exploraron un mundo musical, luego decidieron pausar su carrera y, más tarde, continuarla.
Cada vez vamos aprendiendo más quiénes somos como banda. Tenemos que trabajar con honestidad para ir hacia adelante. Siento que estamos recorriendo un camino que cada vez nos define mejor.
¿Sigues pintando?
Sí, sigo pintando. Y esa es otra de las cosas que me gustan mucho, me gusta la pintura abstracta, porque me permite no razonar en exceso. Me parece que es otro de los grandes defectos del ser humano. Todo mundo valora mucho eso de pensar tanto y a mí a veces me harta, porque me gusta más sentir. La pintura me permite sentir sin tener que cuestionarme. ¡Qué maravilla es poder parar de vez en cuando la máquina de pensar! Me interesan aquellas artes que te ponen en contacto con tu subconsciente, porque ahí hay más almacenado de lo que somos de verdad, no de lo que queremos o debemos ser ni de lo que culturalmente nos parece adecuado. A mí lo que me interesa es ser lo que soy, fluir.
Jordi Ramiro, su baterista, acaba de salir avante tras padecer cáncer. ¿Cómo fue esa vivencia para la banda? ¿Cómo les impactó la situación?
Siempre que una persona cercana padece una enfermedad pasas por momentos difíciles, pero también es verdad que en esos instantes valoras lo que tienes. Tuvimos que suspender muchos conciertos, detener nuestra gira, porque nuestro amigo estaba mal de verdad. Afortunadamente hemos sido de aquellos con quienes el cáncer es benévolo, así que ahora podemos continuar, Jordi está bien, empezamos la gira en México y eso nos hace mucha ilusión. Estamos celebrando que seguimos juntos, que estamos sanos y bien. A veces no te das cuenta de lo valioso que es estar sano hasta que te enfermas. Hemos aprendido mucho del proceso de Jordi, de poder estar juntos, de tener al público.
Volviendo a La primera luz del día, ¿cómo fue el proceso de estructurar una fusión musical semejante?
Llevamos años trabajando la raíz de la música española, que siempre ha estado y nos ayuda a definirnos. Ha habido una parte nueva, que es la de la música de los sesenta en España, cuando llegaron bandas extranjeras como los Beatles, los Rolling Stones, que transformaron la escena española pues los grupos querían tocar como los ingleses, los estadunidenses, y el resultado era muy gracioso. También hay una parte preciosa de descubrimiento y fusión. Esa época nos sirvió de inspiración para buscar formas melódicas, rítmicas, que han ampliado nuestro discurso. Estamos muy orgullosos de este trabajo. El disco tiene mucha esencia del directo.
En unos días comienza su gira en México. ¿Ya están listos?
Claro, y muy entusiasmados, porque por primera vez vamos a tocar en un festival en México, el Cosquín Rock. Eso nos hace mucha ilusión. En la Ciudad de México estaremos con Izal, y tendremos tres fechas en otras ciudades. Cada vez vamos más a menudo, porque nos está yendo muy bien con los shows. ¡Estuvimos en febrero y ya queremos volver!
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