A decir de Gabriela Dávila-Loaiza, directora regional de esta área de Pfizer, esto se debe gracias al marco regulatorio que impera en México, a la calidad de sus instituciones y al talento de sus científicos.
Gabriela comenta que México no sólo podría ser uno de los 10 principales mercados para realizar investigación biofarmacéutica, sino que también cuenta con experiencia en la conducción de protocolos en múltiples áreas terapéuticas, porque nuestra población posee un perfil epidemiológico diverso que incluye enfermedades transmisibles, no transmisibles, crónico-degenerativas y raras.
Sin embargo, a decir del Rafael Arguello, jefe del departamento de Inmunobiología Molecular del Centro de Investigación Biomédica de la UAdeC, coincidió que en países tercermundistas es más fácil desarrollar ciertas investigaciones aplicadas a las medicinas pero esto se deriva de lo laxo del acceso a los datos de los pacientes que participan en los experimentos.
"El tema puede tener implicaciones éticas, siempre se ha sabido que en países ricos, la Investigación Clínica resulta complicada porque los sistemas de recabación de información de los pacientes son muy rigurosos, mientras que en los países del tercer mundo son más laxos Esto permite que algunas compañías trasnacionales acudan a estos países a realizar dichos estudios clínicos".
Si bien consideró necesaria la opinión de dichas firmas internacionales para conocer este panorama, dijo que en algunos países a los participantes en las investigaciones se les da una retribución económica.
Dejó en claro que en todo momento, los proyectos de investigación deben estar aprobados por comités de bioética formalmente constituidos y con el consentimiento informado de los pacientes.
Comentó que en ciertos países es más complicado realizar esto porque requiere mayores trámites o los centros de donde se recaba la información son más pequeños comparados con los de México, donde la densidad de pacientes que hay en los hospitales públicos es muy grande comparado con otros centros, lo que puede facilitar la recabación de la información.
“Se habla que en países africanos hay menos control, ya que las instituciones gubernamentales no tienen el personal, la rigurosidad para poder dar seguimiento administrativo a estos procedimientos. En México ya hay un nivel comparable con países desarrollados”.
