Una familia de origen cubano notificó oficialmente a la cadena hotelera Meliá su intención de demandarla en tribunales de EE.UU. por operar un hotel en Cienfuegos (Cuba) que le fue expropiado hace casi 60 años a raíz de la Revolución cubana, informó este martes a Efe su abogado Andrés Rivero.
El letrado, que representa a los descendientes de Antonio Mata Álvarez, de origen asturiano y propietario del hotel San Carlos de Cienfuegos cuando sucedió la expropiación, demandó este lunes a funcionarios cubanos que se lucraron con el contrato por el que Meliá opera el establecimiento y además lo notificó a la compañía española.
La familia Mata ha podido interponer esta acción judicial a raíz de la reciente entrada en vigor del Título III de la Ley Helms-Burton de 1996 por una decisión del Gobierno de Donald Trump.
El título III estuvo suspendido hasta el pasado 2 de mayo porque todos los presidentes estadounidenses anteriores a Trump desde Bill Clinton (1993-2001) decidieron no activarlo para evitar problemas en organismos internacionales y con otros gobiernos.
En virtud de ese título, los ciudadanos estadounidenses que vieron confiscadas sus propiedades en Cuba tras la Revolución pueden demandar en tribunales de EE.UU. a cualquier empresa extranjera que se beneficie de ellas.
Meliá es mencionada en la acción judicial presentada por los Mata, pero todavía no está demandada, pues Rivero ha optado por la fórmula de notificar y dar un plazo de 30 días para que la empresa compense económicamente a los demandantes.
En caso de que no lo haga y la demanda siga su curso, la cuantía de la compensación podría triplicarse, indicó el abogado, quien dijo que ha enviado ya la notificación a las sedes corporativas de Meliá en EE.UU., España y Cuba.
Por su parte, Meliá Hotels International ha reiterado que sus negocios en Cuba se ajustan a la legalidad y que no es propietaria de ninguno que pueda ser expropiado por ciudadanos de EE.UU.
La compañía hotelera con sede central en Mallorca ha insistido en que su posición continúa siendo la misma que la anunciada el pasado 17 de abril, cuando en un comunicado confirmó que no es propietaria "de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación tras su expropiación en la década de 1960", y matizó que, "de dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, nuestro papel sería el de meros gestores hoteleros".