No deja de ser esperpéntico el saludo de Oriol Junqueras a Pedro ‘Plagio’ Sánchez en el Congreso de los Diputados. Lo es por el hecho en sí mismo, por la circunstancia de que unos golpistas estén presentes en la casa de la ciudadanía y de la convivencia y lo es por la cara que ponían quienes rodeaban en ese momento la escena. “Grotesco, absurdo y alejado de lo convencional, el orden o la realidad”, por eso es esperpéntico.