La OCDE mantuvo las perspectivas de crecimiento para México en 2019 y 2020, con una inversión frenada por la incertidumbre política, mientras la demanda interna y la inversión en infraestructura respaldarán un crecimiento calificado de "modesto".
En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fija su previsión de y la de 2020 en 2 por ciento.
El organismo considera prioritario mejorar el entorno de negocio en un contexto de incertidumbre política, de creciente proteccionismo y ante la no ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sigue planteando riesgos para exportaciones e inversión.
"Se espera que el consumo se fortalezca gracias a las remesas sólidas, una inflación menor y mayores transferencias sociales. Los planes de inversión en infraestructuras anunciados también ayudarán al crecimiento pero las restricciones en el gasto contrarrestarán en parte estos efectos", señala.
La economía se ve ralentizada por una inversión débil y por un menor ritmo de expansión de las exportaciones debido a la ralentización de las importaciones de Estados Unidos, mientras que las tensiones comerciales y la incertidumbre política pesan en la confianza de las empresas.
En su análisis, la OCDE considera que el "sólido marco de política macroeconómica" ha supuesto un respaldo para la economía en mitad de varios vientos contrarios.
"El tipo de interés, a su nivel más alto desde la crisis financiera, ha evitado que la inflación fuera mayor", según los autores del estudio, que esperan que los precios vuelvan progresivamente al objetivo oficial si no se producen nuevos impactos.
También aconsejan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que mantenga la deuda pública en una proporción constante y que haga ajustes en el gasto si el crecimiento del PIB decae y los ingresos que no proceden de los impuestos se reducen.
El llamado "club de los países ricos" recomienda igualmente a México que dirija sus recursos a la mejora de infraestructura, al desarrollo de las regiones del sur y a la inversión en producción energética.
, así como mejorando la progresividad del impuesto sobre la renta.
En materia de igualdad, apuesta por una mayor inversión en escuelas en zonas desfavorecidas para reducir las "altas desigualdades de los servicios educativos" y facilitar la inclusión de mujeres en el mercado laboral.
GGA