Teníamos excusa sí, venían unos amigos a visitarnos, pero… ¿desde cuándo necesitamos excusa para acudir a la Garganta del Río Moros?
Garganta del Río Moros, Valle del Río Moros o Garganta de Ruy Velasquez (si nos remontamos a la Edad Media), en donde el Río Moros es el perfecto anfitrión, aquel que siempre deja satisfechos a sus invitados.
AlfonsoyAmigoshará hoy de cicerone para unos amigos que, siendo segovianos, reconocen visitarnos por primera vez y en su honor diseñamos una ruta MTB para enseñarles sólo algunos de los enclaves más bonitos de este rincón privilegiado de la Sierra de Guadarrama.
Fue que nuestro amigo Fer nombrara la Garganta del Río Moros y decidieron apuntarse:
Alberto, Andrés, Ángel, Arturo, Fer, Fernando, Forlán, Goyo, Juan Carlos, Lorenzo, Lourdes, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Nico, Pawel, Pepo, Rafa y Alfonso.
Claramente mayoría de espinariegos y fondilleros, de nacimiento o de adopción, dispuestos todos a enseñar a nuestros nuevos amigos los rincones más bellos en una sola mañana, como cuando se trata de nuestra propia casa o de nuestra ciudad. Tendrán que conformarse con un pequeño anticipo y comprometerse a visitarnos en próximas ocasiones para conocer el resto.
El aparcamiento de Renfe, en La Estación de El Espinar, observa más bullicio del habitual en sus instalaciones. Encuentros, reencuentros y nuevas presentaciones, pero desde ese momento todos amigos.
Nos alejamos del centro urbano y avanzamos hacia el Área Recreativa La Panera que recomendamos visitar en cualquier época del año y especialmente en otoño.
El Río Moros fluye con desparpajo y nuestro pedaleo se dirige primero al Puente de la Panera, donde los vehículos giran en épocas de paso restringido, y después hacia el Puente Negro, que tantas y tantas veces hemos cruzado.
Tras ascenso duro visitaremos un pino que goza de muy buena salud, el Pino Cardosillo, o al menos así nos lo parece sabiendo que está considerado como el de mayor diámetro de la Garganta. Mayor que a simple vista parece cuando algún compañero intenta rodearlo con sus brazos.
Iremos tomando altura, unos dirán que a buen ritmo y otros pensaremos que la ruta de hoy es para disfrutar del entorno y de la compañía.
El Embalse del Tejo o Las Tabladillas y poco más adelante el Embalse del Espinaro del Vado de las Cabras, quedan ladera abajo. Una visita a sus cercanías quedará aplazada para próxima ocasión. Motivo más que suficientemente como para que los nuevos amigos regresen.
Nos acercaremos a los Ojos del Río Morosy desde ahí al altiplano que tantas veces hemos visitado en cualquier época del año en las Barandillas, donde el sol decide abrirse paso entre las nubes para dejarnos apreciar todo el entorno. El Pico de Pasapán, La Mujer Muerta, Peña el Oso, La Pinareja, el Montón de Trigo y al frente, mucho más cerca, La Pedriza del Gamonal.
Buen lugar para agrupar, relajarse un poco, tomar alimento, y disfrutar de las vistas antes de reemprender la marcha y regresar a la pista principal.
Indico donde se encuentra la Fuente de la Chispa, pero la temperatura esta fresquilla y apenas se ha consumido agua.
Rodamos a buen ritmo en descenso y giraremos para alcanzar la gran pradera de Navalatienda, preciosa como siempre, y donde no puedo reprimir comentar “a los nuevos” que fue lugar elegido para uno de los decorados de El Laberinto del Fauno.
Alcanzamos la pista media y cómo no enseñar otro de los rincones que nos gustan, junto al Chozo Madrid y el pequeño Arroyo de Gargantilla, antes de regresar a la pista.
Nos vamos a acercar también a la Plazuela de la Cebada, de “la Cebá” que apunta Fer (del conocimiento popular), con la pequeña presilla que retiene las aguas del mismo Arroyo Gargantilla.
Las Casas de las Campanillas, con la puerta metálica siempre encadenada, en donde ahora aparece en paso de hombre una puerta abatible de madera, nos marcan camino para dirigirnos hacia el pie de Cabeza Reina.
Otra visita que queda pendiente. Hoy, en la encrucijada de caminos, junto a monumento de piedra en Los Navazos giraremos a la derecha hacia el “cristo del Tío Cheli” donde haremos el descenso final por zona de lanchas de piedra hacia La estación de El Espinar.
Fernando engancha su pedal con piorno y acaba por los suelos:
No soy torpe… detecto cuando el suelo necesita un abrazo y se lo doy
En el momento de publicar estas líneas me comunica que se encuentra bien. ¡¡Nos alegramos!!
Habrá compañeros que tras formidable mañana se despidan para regresar a casa pero un buen grupo nos quedaremos a comer en La Asociación, compartiendo paella y risas.
Arturo, Goyo, Lorenzo… encantados de teneros con nosotros. ¡¡Hasta pronto!!
La Garganta del Río Moros espera con los brazos abiertos
Nuestro orgullo y más grande felicitación para nuestro amigo y compañero Patrick, que participó en el Cross Tres Refugios 2019y completó en 6h 04 minutos. ¡¡Bravíiiiisimo!!
