Íker Casillas tiene previsto anunciar en breve su retirada de los terrenos de juego, pues no quiere alimentar más la incertidumbre acerca de su futuro después del infarto de miocardio agudo que sufrió recientemente.
El portero madrileño del Oporto aguardará al remate final de la temporada en Portugal, con su equipo luchando en dos frentes: este sábado 18 de mayo no depende de sí mismo para disputar al Benfica el título de Liga en la última jornada (los lisboetas poseen dos puntos más), mientras que una semana después peleará por la Copa en una emocionante final ante el Sporting.
Casillas planea, junto con la entidad blanquiazul, una convocatoria muy probablemente multitudinaria, tal como avanza el diario portuense ‘O Jogo’.
Al guardameta le resta un año de contrato, con opción a otro más, y el presidente que rige los destinos en el Estadio do Dragao, Pinto da Costa, ya le ha ofrecido un puesto en la estructura técnica. No se sabe cuál será la función, pero todo apunta a que se convertirá en una especie de ‘embajador internacional’, aprovechando su gran tirón mediático.
En consecuencia, todo ha dado un vuelco en su trayectoria cuando está a punto de cumplir (este lunes 20 de mayo) 38 años. Los acontecimientos se precipitaron el primer día de este mes, un festivo en el que se hallaba entrenando en la ciudad deportiva de Olival. Le sobrevino un infarto al final de la sesión y fue trasladado de urgencia al hospital privado CUF Porto de la ciudad lusa, donde los médicos le detectaron graves problemas de corazón.
Su vida no corrió peligro debido a la rápida intervención, pues los facultativos le practicaron inmediatamente un cateterismo, que consiste en un procedimiento para introducirle un catéter con el fin de comprobar el estado de sus funciones cardiovasculares y ver cuánta sangre bombeaba.
El mecanismo permitió igualmente medir la presión en las cavidades cardiacas, averiguar si alguna de las válvulas se había visto alterada y retratar posibles defectos congénitos.
Por tanto, la situación se presentó como muy seria, lo que hizo saltar todas las alarmas en el club, que ya trabaja para encontrar un sustituto de garantías para la temporada que viene.
La cascada de reacciones y solidaridad no tardó en manifestarse a través de las redes sociales, ya que el mundo del deporte se apresuró a mostrar su apoyo y su cariño hacia el jugador de Móstoles.
Uno de ellos fue Cristiano Ronaldo desde Italia. “Mucha fuerza, amigo”, declaró el delantero de la Juventus, quien coincidió varios años con Íker en el Real Madrid.
“Que te recuperes y vuelvas rápido. El fútbol portugués te necesita”, especificó el Sporting de Lisboa en su cuenta de Twitter. Y en los mismos términos llegaba un comunicado oficial desde sus rivales del Estadio da Luz: “El Benfica manifiesta su deseo de una rápida mejoría para Casillas en este momento tan difícil que está pasando. Expresamos nuestra solidaridad con este atleta de nivel para que supere esta fase. Fuerza, Íker”.
Mientras tanto, Sara Carbonero se encontraba en Tarifa, donde estaba trabajando en una de sus entrevistas para Cuatro, su actual ocupación desde que dio por finalizado su periodo de excedencia.
Inmediatamente, la estilosa periodista se puso en camino hacia la ciudad portuguesa, con el objetivo de regresar lo antes posible y acudir al hospital donde estaba ingresado su marido.
Fue un final abrupto a la temporada, pero él tiene claro que se siente muy feliz en Oporto junto a Sara y sus dos hijos, Martín y Lucas.
