Así lo ha explicado a los periodistas Jaime Sanz de Bremond, letrado de la víctima, en el juicio con jurado que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid contra Breiner Augusto P.T., Johnson Andrés M.V. y José Arbey R.A, los supuestos sicarios que se enfrentan a una petición fiscal de hasta 23 años de cárcel.
La Fiscalía los acusa de asesinar por error a José Luis L.S., un joven madrileño al que confundieron con la persona que les habían encargado matar. Los hechos ocurrieron el 12 de septiembre de 2014 en la avenida de Córdoba, en el madrileño distrito de Usera.
Sanz de Bremond ha dicho que la confusión se produjo porque José Luis tuvo la "mala suerte" de tener la misma edad y conducir el mismo coche -un Seat blanco- que su objetivo.
Como "colmo de las desgraciadas coincidencias", el letrado ha explicado que la víctima acudía al gimnasio en el mismo lugar en el que el objetivo de los supuestos sicarios recibía un curso de formación, por lo que ambos entraban y salían todos los días del mismo edificio.
Por ello, el abogado considera que los asesinos no solo confundieron a la víctima en el momento en que lo mataron sino que se equivocaron todo el tiempo que lo estuvieron siguiendo y observando.
Sanz de Bremond ha señalado que en el juicio habrá una "enorme dificultad" de demostrar la implicación de los acusados porque son "profesionales de matar" y toman todas las medidas necesarias para no ser identificados.
En la sesión de hoy, de más de cuatro horas y que han seguido desde fuera tanto las hermanas y el cuñado de la víctima como la mujer de uno de los acusados, ha quedado constituido el jurado popular que enjuiciará a Breiner Augusto P.T., Johnson Andrés M.V. y José Arbey R.A, quienes serán interrogados mañana.
La Fiscalía pide para Breiner 23 años de prisión por los delitos en calidad de autor de asesinato, tenencia ilícita de armas y falsedad en documento oficial.
A Johnson Andrés y José Arbey los considera coautores de un delito de asesinato, y pide para ellos 18 años y medio y 18 años de cárcel, respectivamente y al primero le imputa también el delito de tenencia ilícita de armas.
La acusación particular, por su parte, pide una pena de 25 años de cárcel para cada uno de los tres acusados.