Si hay algo para lo que sirven las correcciones de mercado como la vista la semana pasada, es para sacar a relucir las mejores oportunidades que se pueden encontrar en los parqués de uno y otro lado del Atlántico. Aquellas que, tras sufrir el ataque de las garras de los osos, ofrecen un mayor potencial gracias a que sus fundamentales y sus valoraciones apenas se han visto deterioradas.