Desde luego que algo pasa en Salamanca, en donde los objetivos de los criminales han apuntado alto, donde están ocurriendo cosas que en teoría deberían estar controladas con la presencia de elementos de todos los niveles de gobierno, pero algo pasa, que no pasa nada y se repiten los homicidios de personajes relacionados no solo con la vida de los salmantinos sino con Petróleos Mexicanos.
Gilberto Muñoz Mosqueda era el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Petroquímica, hombre cercano a figuras del sindicalismo como Fidel Velázquez, extinto líder de la CTM, y de Carlos Romero Deschamps, actual dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Obvio un personaje clave en todo lo que tiene que ver con Pemex y sus derivados, oro negro explotado por grupos delictivos del país de forma ilegal.
Hasta ayer se decía que el asesinado, que un grupo criminal se quiso adjudicar no era así, los primeros datos que se deprenden de la investigación apuntan a que los mensajes que se dejaron supuestamente por parte de un grupo delictivo, no tenían relación alguna con el homicidio. Pero no deja de hacer ruido que un personaje de este calado haya sido asesinado, justo en la zona donde se disputan los grupos delictivos el control del huachicol.
No quiero decir aquí que el homicidio esté relacionado con esto, pero es el tercer asesinato relacionado con figuras de Petróleos Mexicanos, ocurrido un año y cinco meses, pues en enero del año pasado asesinaron el jefe de seguridad de la refinería y en septiembre a un trabajador relacionado al área de adquisiciones de la refinería, sin contar con la serie de hechos violentos que han ocurrido en esta zona que parece por algunos momentos fuera de control.
Hecho sin precedente cuando se supone que el gobierno federal ha redoblado la presencia de efectivos, cuya integración será al final la Guardia Nacional y esto no ha impedido que la violencia siga sentando sus reales en la zona.
Los esfuerzos en general se encaminan a buscar la disminución de la violencia y la solución al conflicto en la zona, pero algo, seguramente algo está pasando que no ha sido posible al menos no desde la llegada del nuevo gobierno federal que los resultados no son los que se esperaban.
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