La Fiera anda de buenas y también la ciudad de León y muchos lugares del estado de Guanajuato.
Luis “Chapo” Montes está jugando al nivel que le conocíamos hace unos años y hace funcionar la maquinaria del Club León, que está colocado en las semifinales de la Liga Mx y marcha firme, aunque la siguiente ronda estará más difícil.
La afición de León se puede sentir orgullosa de su equipo, que tiene al campeón goleador, Ángel Mena, quien pasó sin pena ni gloria por el Cruz Azul y aquí vino a llenarle los ojos a la porra leonesa, que está rendida al futbol de este jugador ecuatoriano.
El futbol bien se puede enmarcar en el dicho de “Pan y Circo” para el pueblo, aunque el gobierno nada tiene que ver en la buena marcha del Club León. Eso es acierto de su directiva, de los jugadores y de su director técnico, Ignacio Ambriz.
Pero, ciertamente, que el León tenga posibilidades de pelear por su octavo título de Liga, le puede dar un respiro a los gobiernos municipal, estatal y federal con respecto a los problemas que aquejan a Guanajuato.
Hace unas semanas, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo presumía una baja en los homicidios en el estado, un 14.5 por ciento hasta abril, y el mandatario señalaba que no era suficiente, pero por lo menos la tendencia iba en descenso. Algo positivo, pequeño, pero esperanzador.
En el plano nacional, el Presidente se empeña en hacer una refinería y encargársela a Pemex y a la Secretaría de Energía, que no tienen experiencia, como había dicho Andrés Manuel López Obrador con anterioridad.
Quizás sería bueno acompañar esos éxitos deportivos con éxitos en lo que realmente es importante para los ciudadanos, como lo es el abatir la inseguridad en el panorama local y dar certidumbre en lo económico en el aspecto nacional, digo, para variar.
Tradicionalmente las competencias deportivas han servido para tapar decisiones impopulares y los políticos rezan para que a la Selección Nacional le vaya bien y la gente concentre toda su atención en el futbol, pero sería muy bueno que la dinámica cambiara.
Imagine que los éxitos de su equipo preferido, estuvieran acompañados de anuncios positivos sobre el descenso de la criminalidad que azota a todo el país, se generaría un ambiente totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados.
Ya estuvo bien de ver derrotas en lo económico o en la seguridad, lo laboral, lo educativo. Ya fue suficiente ver pasar oportunidades por parte de los diferentes gobiernos.
Es tiempo de construir las victorias. Los clubes de futbol o la Selección Nacional que jugará la Copa Oro próximamente que hagan lo suyo. A los políticos les toca jugar, ellos tienen el balón.
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