Por la mañana en la Comunidad de Madrid, por la tarde en Galicia. Cuatro enfermeros de Orense no dudaron este fin de semana en asumir los costes del alquiler de una avioneta en vuelo privado para multiplicar sus oportunidades de alcanzar una plaza en propiedad en la sanidad pública. «Nunca creímos que haríamos esto. Es una inversión. Ojalá tengamos la suerte de conseguir la plaza después de tanto esfuerzo», dijo Mercedes Gómez, una de las profesionales implicadas, al diario Faro de Vigo. Han preferido no desvelar el precio del servicio contratado: «Al final se trata de decidir: o te vas de vacaciones o apuestas por esto».
En los exámenes del Servizo Galego de Saúde celebrados a las 15.30 horas del domingo en el recinto ferial de Silleda cerca de nueve mil aspirantes se jugaban 830 plazas. En la sanidad madrileña han sido casi cinco mil los puestos ofertados. Cansados de años de precariedad laboral, los cuatro enfermeros gallegos, en la cuarentena y con casi dos décadas de experiencia a su espaldas, decidieron poner todo de su parte. El suyo ha sido un domingo de infarto, que comenzó a las 9.30 horas en la sede del exámen en Madrid, la hora en la que comenzaban los llamamientos. Pendientes del reloj, su apretado horario exigía terminar el exámen en 90 minutos para llegar a tiempo a la terminal de vuelo en la que les esperaba la avioneta contratada. El plan: llegar a Santiago de Compostela a las 14.00 para poder estar a las 15.30 en Silleda (Pontevedra), a punto para enfrentarse a su segundo examen.
Centenares de aspirantes a enfermeros acudieron el domingo a las oposiciones convocadas por el Servizo Galego de Saúde (Sergas) vestidos de negro para protestar contra la precariedad laboral que, a su juicio, soportan los trabajadores eventuales de la sanidad pública gallega. Así, informa Ep, han tratado de reivindicar mejoras en las condiciones laborales del sector eventual de la enfermería pública, lo que ayudaría, a su juicio, a «mejorar la calidad de la sanidad pública y de la salud de los gallegos».