CONTRACRÓNICA | La UD Las Palmas venció en un partido digno de pretemporada, suma tres puntos para dar oxígeno y poner tierra de por medio en una UD que mira, sin ya opciones, a la cantera.
La pierna y parada salvadora de Josep, el cada vez mayor acento canario en el once y el debut de Jesús Fortes. Poco más se puede destacar del triunfo de la UD Las Palmas ante el Córdoba, un partido digno de pretemporada con dos conjuntos hundidos anímicamente.
El día en el que el círculo se cerraba con el descenso del Córdoba –cinco años en el Estadio de Gran Canaria del Cordobazo, qué trágico es el destino– el poco público que accedió al recinto de Siete Palmas se aburrió como siempre, y mostró el malestar tal vez de la manera más preocupante: con indiferencia. Una indiferencia que transmite el equipo cada domingo. Cero reproches al respetable que este curso se merece un monumento.
La apuesta de Pepe Mel por la cantera es lo más llamativo de las últimas jornadas. Cristian Cedrés se ha afianzado en el flanco diestro y Josep Martínez sigue creciendo. Hoy fue fundamental en cuatro acciones, todas ellas con un mismo denominador: solvencia y valentía. Josep será un pilar en el futuro, y ya lo está demostrando.
De lo demás, poco que comentar. La UD consigue una victoria que le permite olvidarse un poco de este curso. De un curso maldito, que ha dejado desnuda a la directiva y Dirección Deportiva. Un curso que debe ser un punto de inflexión para entender lo que es la UD y no convertirla en un solar emocional. Tal vez, un primer paso positivo, sería apostar por Mel y esta cantera que ha demostrado que no hace falta mirar fuera para traer naderías. Aquí hay nivel suficiente, aunque no vengan bajo el brazo con atractivos pingües económicos. Pero ésa es otra historia.
