Rosa (de España) marcó una nueva época cuando representó a su país en Eurovisión 2002. Suyo es, de hecho, el mejor último resultado de España en Eurovisión en lo que va de años dos mil. La granadina consiguió una muy buena séptima posición con «Europe's living a celebration», y se volvió con 81 puntos para casa. Ese año ganó el festival otra mujer, la letona Marie N con su «I Wanna». Recolectó nada más y nada menos que 176 puntos.
Con el paso de los años, el festival de Eurovisión, que ha ido buscando fórmulas para no perder su frescura y guardar la intriga hasta el último momento, ha ido adaptando su sistema de votación, y hoy en día no tiene mucho sentido comparar los puntos de las candidaturas. El récord actual, por ejemplo, tras la implementación del televoto, lo ostenta Portugal, cuando Salvador Sobral consiguió la impresionante cifra de 758 puntos.
Lo que sí se pueden comparar son las posiciones dentro de la clasificación general. España cuenta con una ventaja, y es que por ser miembro del Big 5 accede directamente a la gala del sábado sin pasar por las semifinales, lo que podría haber influido en que alguna de ellas incluso no se hubiera clasificado. Lo cierto es que, después de Rosa, la también triunfita Beth consiguió un digno octavo puesto con «Dime». Tras ella, también salido de la academia, el canario Ramón cerró el top diez con «Para llenarme de ti» en 2004.
Tras esa última época dorada, los años siguientes fueron bastante oscuros para España, cayendo hasta las últimas posiciones con El sueño de Morfeo (año 2013, posición 25) o el último puesto de Manel Navarro (quedó en la posición 26 en el año 2017). Tampoco pudieron levantar esta longeva mala racha Amaia y Alfred. Con «Tu canción» se volvieron a casa tras quedar vigésimo terceros. Europa no supo entender su historia de amor (que acabó poco después).
Sin embargo, hay dos mujeres que destacan por sí mismas al mirar la lista de representantes españoles. Las dos, con una dilatada carrera y una mejor voz. Pastora Soler dejó impresionada a media Europa en 2012 con «Quédate conmigo» y se volvió a casa pudiendo presumir de una muy buena décima posición. La misma que Ruth Lorenzo, conocida entonces en Reino Unido pero no tanto en España. Con «Dancing in the rain» consiguió enamorar a los seguidores del festival, y no solo por el efecto «lluvia en directo» que se llevó hasta el escenario de Copenhague.
