Los signos de agotamiento que ha mostrado el Barcelona en Europa le llevan a acometer una profunda remodelación de la plantilla con la intención de recuperar un papel preponderante en la Liga de Campeones y devolver la ilusión a una afición completamente desencantada tras cuatro años de durísimas decepciones. Si la intención es reforzar todas las líneas con un nombre contrastado (el defensa De Ligt, el centrocampista De Jong y el delantero Griezmann), la determinación es abordar una «operación salida» sin contemplaciones. La limpia afectará a varios cracks con el objetivo de mejorar y rejuvenecer al equipo e ingresar una cantidad económica que permita emprender una remodelación de la plantilla con garantías.
Varios son los nombres que la secretaría técnica considera que han agotado su recorrido con la camiseta del Barcelona y que la directiva entiende que pueden dejar buenos réditos en las arcas del club. Iván Rakitic, Coutinho o Umtiti son algunos de los titulares que tienen pie y medio fuera del club. A ellos se les suma Cillessen y Malcom. Otros futbolistas ya saben que no seguirán, como es el caso de los cedidos Boateng y Murillo, por los que el Barcelona no ejercerá el derecho de compra, y André Gomes, que regresa en junio tras haber estado cedido en el Everton.
Desencantados con el rendimiento de Coutinho que, además, se enfrentó a la afición azulgrana con un ademán que le reportó la crítica generalizada, la intención del Barcelona es recuperar parte del dinero que se le pagó al Liverpool. 120 millones fijos, de los que aún quedan por amortizar unos 90, y 15 que se han pagado por objetivos cumplidos (clasificarse en sus dos primeras temporadas para disputar la Champions y disputar 50 encuentros oficiales). Además, traspasándolo esta temporada, el club catalán se ahorraría 25 millones en variables (se pactó 20 millones si jugaba 100 encuentros y lleva 77, y otros cinco si ganaba la Champions) y casi 14 millones más en su ficha anual.
Rakitic se queda sin defensa
El segundo crack en la lista de salidas es Ivan Rakitic, al que ya se le intentó traspasar el año pasado. Entonces fue Valverde el que frenó su salida pero Roma y Liverpool han dejado al técnico sin poder y al croata sin defensa. El club considera que es el momento de traspasarle para poder conseguir beneficios, ya que sus 31 años empiezan a jugar en contra. Además, la publicación de su foto en la Feria de Sevilla al día siguiente de ser eliminados de la Champions, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia. El centrocampista costó 21 millones y está totalmente amortizado. En estos momentos hay conversaciones con el Inter de Milán y se estima que Rakitic podría dejar 50 millones en las cuentas del club azulgrana.
Tampoco se libra de la limpia Samuel Umtiti, del que andan muy descontentos después de que antepusiera a la selección francesa al club al que forzó a ampliarle el contrato para no marcharse a la Premier. Jugó el Mundial con molestias y después no quiso pasar por el quirófano para solucionar sus problemas de rodilla. El resultado: ha estado 28 partidos de baja y solo ha podido jugar 11 encuentros completos. Su situación se queda sin amparo tras el buen rendimiento que ha dado Clement Lenglet, afianzado en la titularidad, y la prácticamente segura llegada de Matthijs de Ligt, por el que se pagarán cerca de 80 millones de euros.
Una de las bajas no esperadas pero anunciadas será la de Jasper Cillessen. En la entidad están muy satisfechos con el rendimiento del holandés, al igual que la afición, que se ha sentido muy tranquila cada vez que ha tenido que defender los tres palos de la portería. No obstante, el cancerbero quiere tener más protagonismo en el juego del equipo, algo muy complicado por el excelente rendimiento y calidad de Marc-André Ter Stegen. «Quiero un nuevo club», aseguró el mes pasado. Hasta entonces, el Barcelona remitía a los clubes interesados a la cláusula de rescisión, de 60 millones de euros. Aunque rebajará considerablemente el precio, obtendrá beneficios por un cancerbero que compró por 15 millones.
Otra de las ventas que puede reportarle una gran cantidad de dinero es la de André Gomes, el centrocampista que no encontró su hueco en el Barcelona y que sufrió varios episodios de ansiedad que le obligaron a buscar cobijo en otro club. Fichado del Valencia por 35 millones de euros, le quedan dos años de contrato en el Camp Nou. Su cesión al Everton le ha ido tan bien que se ha revalorizado y el Tottenham está dispuesto a apostar por él. 30 millones es el precio que se está barajando en estos momentos.
La limpia se completará con los futbolistas que llegaron en este mercado invernal y que no han tenido ningún protagonismo en el equipo. Murillo y Boateng regresarán a sus clubes, ya que el Barça no hará efectiva la cláusula de compra.