El mercado español continúa registrando buenas cifras, consolidando la recuperación del sector y convirtiendo a España en un país con un alto atractivo para el inversor. La inversión inmobiliria concluyó el año pasado en cifras récord. La inversión se aproximó en nuestro país a los 20.000 millones de euros en 2018, el 56,9% más que el año anterior (el mayor registro anual de la serie), gracias al impulso registrado en la segunda mitad del ejercicio con grandes operaciones como la compra de Hispania y Testa por parte del fondo de inversión Blackstone.
De hecho, el negocio inmobiliario en España, es junto a la de Portugal, el único que ha crecido en 2018 por encima del 50%, según los datos recogidos por la consultora CBRE. No obstante, para este año, desde CBRE, esperan crecimientos más moderados
Con todo ello, la inversión en este sector en Europa marcó el pasado año un nuevo récord tras aumentar el 0,3% y alcanzar los 312.000 millones de euros.
Sandra Daza, directora general de Gesvalt, empresa de consultoría, valoración y actuaciones técnicas, considera que la construcción vuelve a ser rentable, lo que invita también al comprador extranjero a invertir en nuestro país. «Estos datos, a su vez, explican el mayor protagonismo del inversor extranjero, cuyo volumen de compraventas aumentó un 16% durante el año pasado», afirma.