La Feria de Sevilla sería menos feria sino tuviera paseando por sus calles los coches de caballos. Estas joyas sobre ruedas son el resultado del esfuerzo tanto de las personas que los fabrican, como de aquellas que pagan miles de euros para que puedan lucir en su máximo esplendor los ocho días que dura la feria.
El Ayuntamiento de Sevilla oferta 1.400 matrículas para coches de caballos y 2.500 para jinetes. En el caso de los carruajes existe detrás un negocio que mueve grandes cantidades. Los propietarios de estos vehículos deben solicitar la licencia, tener un seguro de responsabilidad civil con una cobertura de 300.ooo euros y pasar los diferentes examenes técnicos.
Los carruajes con matrícula deben alternar su entrada al recinto, organizandose en dos grupos de 700, pares e impares. Tanto unos como otros entran el mismo número de días. Existen una serie de lugares habilitados para la carga y descarga de carruajes y animales.
Un 20% de los carruajes, van y vienen desde Sevilla y sus alrededores, cada día a la feria. La empresa adjudicataria de la concesión de los espacios para el cuidado de los caballos y vehículos particulares, habilita boxes por 150 euros el día.
La inversión media de los coches de caballos que acuden a la feria oscila entre los 30.ooo - 40.0000 euros. La gran mayoria de carruajes suelen ser carretelas cuyo precio se aproxima a los 60.0000 euros. Los coches más lujosos son los parkdrag. Estos modelos de coches de caballos pueden llegar a superar los 90.000 euros de valor.
En Sevilla, según donde se mantegan los animales los precios varian desde los 400 euros mensuales de algunos clubs de la capital a 150 euros si están al cuidado de particulares, pasando. Los picaderos de los alrededores de Sevilla estarían en torno a los 200 euros.
Al precio inicial del vehículo en sí y el mantenimiento de los animales, habría que sumar el mantenimiento que estos vehículos precisan, que «oscilaría en unos 2.500 euros al año, sumado a los 4.000 euros que costarían las guarniciones para la pareja de caballos», apunta Ramón Moreno de los Ríos, vicepresidente del Real Club de Enganches de Sevilla.
Por otro lado habría que incluir a los sastres encargados de bordar la vestimenta de los siglos XIX y XX a los cocheros y lacayos. Los precios de los ropajes se sitúan en 250 euros por el alquiler y 1.000 euros en caso de compra.
Los sueldos de los cocheros se aproximan a los 1.200 euros, y entre 700-800 euros en el caso de los lacayos durante toda la semana. En los casos en los que los cochecheros no son de Sevilla o los alrededores estos tienen estancia y dietas pagadas.
Veterinarios, ganaderos, yegüerizos, guarnicioneros, carpinteros, herreros, pintores y sastres, son los diferentes profesionales de este negocio que rodea al mundo de los coches de caballos, que durante esta feria desfilarán por Sevilla.
