La agrupación musical de los Gitanos sigue los pasos de Nuestro Padre Jesús de la Salud cada Madrugada sevillana. También acompaña a numerosas hermandades en Semana Santa, ha participado en cabalgatas, pasacalles e incluso ha interpretado pasodobles y bandas sonoras de películas. Pero el próximo día 25 se enfrenta a un concierto muy especial. Los componentes de esta formación se subirán a las tablas del Teatro de la Maestranza de Sevilla para acompañar con sus sones a Dorantes y a Marina Heredia, en el marco de su espectáculo «Esencias». Se trata de un proyecto que el pianista y la cantaora llevan girando más de tres años por toda España. Dos formas de entender el flamenco que, en el fondo, es una sola mirada profunda y sin artificios. Y que ya han grabado en un disco sin perder la autenticidad del directo.
La banda interpretará el tema «Errante», del que partió la marcha «Cristo Errante» que Dorantes dedicó al Nazareno. También la melodía de un clásico en el repertorio del artista: «Orobroy». Según el director musical de la formación, Pedro Pacheco, los metales y la percusión de los Gitanos casan «bastante bien» con la filosofía de «Esencias». «El piano suena muy cofrade y nosotros lo somos». La banda tiene algunas marchas «flamencas», muy interpretadas durante la Madrugada, pero Pacheco subraya que del total de 70 que componen el repertorio las hay «muy variadas» porque «cada hermandad tiene su sello». «Durante los 365 días del año nos centramos en las marchas de Semana Santa, pero la banda hace música y podemos adaptarnos a otros registros», como es el caso del flamenco.
Pacheco confiesa que espera con «mucha ilusión» la cita del Maestranza. «Cuando me comunicaron que íbamos a participar en el disco y en el espectáculo de David pedí una silla», señala, además de asegurar que «acompañar a estos dos genios es algo maravilloso».
Heredia, por su parte, se encomienda a la magia que siempre surge cuando Dorantes se sienta al piano y ella deja fluir su cante. «Espero que sea un espectáculo calentito». Aunque los temas suelen ser fijos, «nunca sabes lo que te vas a encontrar». «Dorantes y yo somos artistas del momento y, aunque tengamos la base preparada, luego van surgiendo cosas». Sobre la banda, destaca que «suena como los ángeles» y recuerda los buenos momentos que vivió cuando se grabó el videoclip de «Orobroy» en el santuario de la hermandad, frente al Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias. «Disfrutamos una barbaridad, son de esas cosas bonitas que se te quedan grabadas». A Dorantes también le ilusiona el concierto del Maestranza y espera que el público «lo disfrute». De los tangos «Errantes» destaca su «melodía» y «sabor» y de «Orobroy» recuerda que la compuso «cuando era bastante pequeño», un tema que interpretaba en reuniones y fiestas familiares. «Son vivencias mías que las vamos a llevar a banda de música». El pianista subraya los lazos de unión entre el flamenco y la Semana Santa, no en vano la saeta es el cante pasionista por antonomasia. Además, el flamenco «la gente lo hace suyo, como la Semana Santa. Nacen de la misma tierra».
Sin embargo, los ritmos son diferentes, aunque esconden «una filosofía muy similar». La colaboración entre Dorantes y Marina Heredia parece que va para largo, dos artistas que se entienden a la perfección en el escenario. «Esta admiración mutua que nos tenemos se va a convertir en un clásico», augura la cantaora. El pianista, de su lado, señala que por encima de los espectáculos y de las cuestiones profesionales «están las personas».Y concluye: «Marina es una amiga para siempre. Tenemos una gran amistad y de ahí sale esta música. Dialogamos a través de la música y eso es muy importante».
