Un equipo de antropólogos forenses inició desde la semana anterior la búsqueda de material genético en parajes de este municipio, cumpliendo con los requerimientos institucionales y con la demanda social de buscar los restos de personas consideradas .
“Se trata de restos sensibles, o sea que son relevantes para la investigación penal y que todavía no he comenzado a cuantificar bien, están en antropología forense del Servicio Forense de Matamoros”, comentó Erick Morgan Medina, antropólogo forense.
Este trabajo mantiene un esquema donde los restos deben ser limpiados y pre analizados con el propósito de ver si existen piezas aceptables para el proceso de identificación genética.
El especialista ha participado en más de 10 exploraciones realizadas en la Comarca Lagunera de Coahuila, pero ha trabajado también en diversas partes del país y del extranjero.
“Somos personal de Coahuila, no podemos entrar en Durango, sólo que fuera una situación oficial pero nada más hemos tenido presencia en La Laguna coahuilense”.
“Por parte de la Fiscalía somos personal pericial, cuando menos dos gentes, personal policial que es básicamente todo un equipo de policía de la , que es una decena o un tanto más, entre diez y veinte, y personal ministerial… que son unos siete ministerios públicos”.
El entrevistado refirió que aunque los acompañan integrantes de asociaciones civiles que iniciaron pesquisas para ubicar a personas desaparecidas, este trabajo no es propiamente una búsqueda terrestre toda vez de que en los sitios visitados existen indicios de restos que se recuperan. Incluso la labor no es de inspección sino una diligencia de antropología forense de campo.
“Estas no son las búsquedas que hacía VIDA antes, esto no es una búsqueda, aquí hay indicios y los estamos recuperando... Ellos están aquí en la calidad que les da la como grupo de familiares reconocidos por el estado, no sólo por el estado de Coahuila sino por el Estado Mexicano, y en esa calidad tienen una serie de derechos que les da esa ley”.
Morgan Medina dijo que básicamente Grupo VIDA tiene derechos como observadores de la diligencia de recuperación pero la ley emitida durante el año anterior obliga a mantener un protocolo.
Cumpliendo con la portación de trajes especiales que cumplen con especificaciones de bioseguridad, se trabaja en un área acordonada, respetando el debido proceso de los indicios de lo que se recupera, pues se quiere identificar y dar nombre a esos restos que se presumen son testimonio y hallazgo de una persona desaparecida.
El experto apuntó que además estos elementos servirán para iniciar un proceso legal contra quien o quienes resulten responsables de los crímenes cometidos en los sitios.
Los hallazgos que se derivan de este proceso se consideran información reservada. Sin embargo estableció que su jefe, Juan Carlos Flores, quien es director de los Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del estado de Coahuila, le ha pedido incluso dar respuesta a los ciudadanos que solicitan información a través de los mecanismos de transparencia, sobre las actividades que realizan en algunas regiones.
“La búsqueda es sistemática para estar seguros de que se han recuperado todos los restos de origen biológico probablemente humanos que podría haber aquí. No es una cuestión de hacer nada más una búsqueda para ver qué encontramos o ver hasta dónde encontramos.
El antropólogo forense mencionó que a partir del primero de enero de este año entró en funciones el laboratorio de Genética Forense de los Servicios Periciales de la FGE en la ciudad de Saltillo, donde la investigación puede durar meses. Sin embargo y derivado de este trabajo se estableció que ya se han podido identificar restos de personas consideradas desaparecidas.
