El segundo semestre del año será positivo para Puebla porque terminará la cautela de los inversionistas y se contará con un gobernador que concluirá el sexenio, por ello, el Producto Interno Bruto (PIB) de la entidad podría registrar un crecimiento de tres por ciento, superior al promedio nacional.
Así lo explicó Ramón Arroyo Gámez, responsable de los proyectos académicos de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, quien destacó que la industria automotriz, el sector de la construcción y el comercio, son los tres pilares más importantes de la economía poblana.
“Creo que la economía de Puebla puede crecer más de tres por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB) porque traíamos un ritmo mayor a ese. Con esta disminución del ritmo, podríamos quedar por ahí. Yo espero que, para el segundo semestre del año, la economía comience a acelerarse más porque van a cambiar las condiciones, tendríamos ya certidumbre en varias situaciones”, comentó.
El investigador del Tecnológico de Monterrey resaltó que los inversionistas mantuvieron un clima de cautela en el último año, desde las elecciones de 2018, el conflicto post electoral y luego la muerte de la mandataria, Martha Erika Alonso.
“En los indicadores económicos que se están dando, yo no encontraría una preocupación en este momento. Obviamente, vienen cambios en muchos ambientes que pudieran estar dando pautas de un ritmo distinto. En Puebla veo que tenemos posibilidad de crecimiento. No veo un freno drástico, veo cautela. No veo una cautela con partida de capitales, al contrario, y se aprecia en el número de construcciones, de grúas trabajando, de comercios, empresas llegando, nuevas firmas generándose en Puebla. Probablemente, un clima distinto, pero no necesariamente, una contracción. No veo algún factor que pudiera prender las alarmas”, apuntó.
Resaltó que a partir del mes de junio, Puebla registrará una recuperación económica, la cual, podría verse desde antes, ya que los resultados de las elecciones podrían traducirse en certidumbre en cuando al futuro de proyectos de largo aliento.
“Puede ser desde antes porque el ritmo político podría dar certidumbre. Siendo conservadores, yo diría que, a partir de julio, ya podríamos tener unas condiciones distintas”, comentó.
Para Arroyo Gámez, la economía poblana registrará un comportamiento positivo, ya que se espera que siga creciendo la industria automotriz pese a las complicaciones en Estados Unidos; además, se espera un repunte del sector comercial y el de la construcción.
Comentó que el sector económico que enfrenta mayores problemas es el agroalimentario, para el cual, se requerirá un mayor impulso con el objetivo de que la producción poblana pueda registrar un comportamiento positivo.
“La industria automotriz que no ha parado, afortunadamente. Sigue el movimiento hacia el extranjero, las exportaciones siguen interesantes pese a las condiciones que se están dando en Estados Unidos. El sector comercial está repuntando y el de construcción. Son los tres sectores más visibles y más fuertes. Servicios se mantiene desde mi punto de vista, no se ha presentado ningún problema y, probablemente, los que dependan de algunas otras condiciones. El sector agroeconómico lo veo un poco detenido”, apuntó.
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