La portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, ha anunciado este mediodía que el ejecutivo catalán llevará ante la Fiscalía el “fusilamiento” y la “quema” de un muñeco que representaba al ex presidente Carles Puigdemont en la localidad sevillana de Coripe este fin de semana.
El Govern de Quim Torra considera que estos hechos podrían ser “un delito de incitación al odio y a la violencia” del artículo 510 del Código Penal, sin perjuicio de que pueda ser constitutivo de otros delitos.
“Nos sorprende que ni Fiscalía ni la Policía española hayan actuado de oficio como sí hicieron con casos como el de Valtonyc, Pablo Hasel, el de Willy Toledo” y otros que ha citado, como el del actor Toni Albà o el del concejal Jordi Pessarrodona, ha enumerado Meritxell Budó.
La portavoz del Ejecutivo ha asegurado que la decisión se ha tomado por “unanimidad” aunque estos días el candidato de Esquerra al Congreso, Gabriel Rufián, se ha mostrado contrario a que el caso llegue a la justicia.