La lluvia dio una tregua hasta el ecuador de la jornada, cuando heló, literalmente, las esperanzas de los cofrades en capitales como Sevilla o Granada. Granizó el cielo y lloraron los ojos de los devotos. Las tres vírgenes del Albaicín, barrio donde habitaron los últimos moriscos del Reino de Granada, no efectuaron su salida en un Jueves Santo marcado por el mal tiempo. La intensa lluvia y el granizo intermitente en Sevilla desde pasadas las tres de la tarde impidieron la salida en procesión de las primeras cuatro cofradías del Jueves Santo y causó más de cien incidencias en la ciudad, obligando al cierre de medio centenar de calles. Las juntas de gobierno de Los Negritos, Las Cigarreras, La Exaltación –que iba a salir de nuevo desde el Templo de Santa Catalina tras su restauración y después de más de 14 años esperando el momento– y Montesión decidieron no sacar sus imágenes a la calles y suspender sus estaciones de penitencias. Sí salieron las tres últimas de la tarde. Todas las esperanzas quedaron para «la Madrugá». La previsión de lluvia alteró en parte una de las imágenes más típicas de la Semana Santa sevillana, como es la de las mujeres ataviadas con mantillas durante buena parte del día, aunque alguna se vio. En Baena, ubicada en la campiña este cordobesa y que da nombre a uno los mejores aceite de oliva del mundo, todavía resuenan los tambores cuyos parches machacan los 3.000 «judíos» que en Semana Santa hacen que el municipio de «20.000 almas» retumbe en el corazón del valle del Guadajoz. La lluvia obligó a acortar el tradicional acto de traslado por la Legión del Cristo de la Buena Muerte de Málaga –conocido popularmente como Cristo de Mena– hasta el trono. Los actos, seguidos en las calles por miles de malagueños, comenzaron a las 10:30 horas con el desembarco en el muelle 2 del puerto de la ciudad de los legionarios que acompañaron a la Congregación de Mena, cuyo Cristo está vinculado con la Legión desde 1921 y que este año se ha visto envuelto en polémica ante la petición a PP, Cs y Vox de que se abstuvieran de mezclar la tradición con la campaña electoral. Sí acudió en su papel institucional Juanma Moreno. Aunque la lluvia respetó el desembarco, la misma no dio tregua al momento del traslado, que se pudo desarrollar pero de manera más rápida. La lluvia intermitente en Málaga obligó a la Misericordia a suspender el desfile procesional, mientras que otras cofradías optaron por retrasar su salida.
