La vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna, llamó a los distribuidores de gasolina a frenar los abusos contra los consumidores, pues de lo contrario, advirtió,
"Sería una solución de último recurso; las empresas gasolineras tienen la palabra”, puntualizó la legisladora de Morena.
Hasta diciembre de 2016, la venta de gasolina y diésel estuvo sujeta al sistema de “precios administrados”, en el que la Secretaría de Hacienda determinaba el precio al consumidor, pero a partir de 2017 quedó liberada y regida solo por las reglas del mercado.
Padierna sostuvo, sin embargo, que
Al fijar su posición sobre el alza de precios de los combustibles, señaló que el consumidor está a expensas de lo que le quieran cobrar y todos sin excepción tratan de sacar el máximo provecho de la liberalización del mercado.
Si la competencia fuera intensa, los precios bajarían, pero eso no está ocurriendo ni ocurrirá, porque las características del sistema de abastecimiento limitan las posibilidades de competencia y, en esas circunstancias, los operadores se aprovechan y hasta se coluden para maximizar sus ganancias, acusó.
La diputada federal indicó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha intentado amortiguar el alza de la gasolina mediante la reducción del impuesto especial por litro de combustible, pero los expendedores no han aplicado ese descuento al precio al consumidor final, sino se lo han quedado todo.
En marzo, por ejemplo, los gasolineros "capturaron" 63 por ciento del estímulo fiscal que el gobierno otorga en beneficio del consumidor, detalló la diputada federal.
Recordó, además, que el Ejecutivo ha exhortado a los distribuidores a cumplir con el compromiso de mantener el ajuste de precios por debajo de la inflación, con lo que los consumidores solo estarían sometidos a las fluctuaciones de precios en el mercado internacional, donde se adquiere 80 por ciento de la gasolina que se consume en el país.
“(Pero) si las medidas puestas en prácticas por la administración no surten efecto, siempre existe la posibilidad de regresar a un sistema de precios administrados, esquema previsto en la ley cuando no existen condiciones de competencia efectiva. Sería una solución de último recurso. Las empresas gasolineras tienen la palabra”, remarcó Padierna.