Las Vegas es un destino famoso por los excesos, la fiesta y el descontrol, las bodas express ya no son un atractivo, pues ahora los turistas ven en él la celebración perfecta de un divorcio, aquí te contamos unas historias que dan fe del hecho.
Ariel Khawaja una joven actriz con residencia en Houston, viajó en 2015 a Cozumel, México, para decir: "Acepto" ante un grupo de 55 invitados a la boda.
Tres años después, ella vivía con sus dos mejores amigas una noche de locura y diversión en Las Vegas para festejar la disolución de su matrimonio.
El pretexto ideal para el viaje fue un concierto de Drake, la actriz de 28 años de edad, que trabaja en bienes raíces, llenó su semana de juegos de azar, discotecas en el lujoso 1 OAK, ahí disfruto de una gran fiesta junto a la piscina en Wet Republic, un día de club ¿ en el MGM Grand, y demás diversiones que en su vida de casada había dejado de lado.
"Las Vegas es divertido todo el tiempo, pero cuando estás allí para tu divorcio, eres realmente libre", dice Khawaja, quien vive en Houston. "Cuando estás celebrando un cambio tan grande, vives el momento y no estás preocupado por lo que sucedió ayer. "No pagué para tener una fiesta de lástima, quería relajarme y disfrutar del tiempo con mis amigos después del infierno que había pasado".
Adam Clough, quien trabaja en ‘La ciudad del pecado’, escuchó por primera vez el concepto hace 10 años, pero dice que empezó a ser más usado recientemente. Una vez ayudó a un invitado a celebrar su divorcio en compañía de sus antiguos padrinos de boda.
"La gente comenzó a decirnos que quieren un nuevo comienzo", dice Clough, el director ejecutivo de ventas sociales y operaciones de conserjería de MGM Resorts, que tiene 12 propiedades en Strip. “Al principio pensamos, bueno esto es diferente. Pero la gente viene a Las
Algunos lugares han abrazado completamente su única participación en Las Vegas al promocionar específicamente a la multitud de la fiesta del divorcio.
Por ejemplo, el paquete Just Divorced en Machine Guns, una autodenominada "gama de pistolas de lujo" ofrece, por casi 500 dólares (lo equivalente a unos 5 mil pesos mexicanos), a los divorciados llevar sus trajes usados en el altar para llenarlos de tiros con una ametralladora.
En Chippendales, Divorcé Play es otra opción, desde 149 dólares por persona (casi 3 mil pesos), a menudo reservada no por la propia divorciada sino por un amigo cercano, obtiene algunos de los beneficios exclusivos de la revista masculina: transferencia de limusinas y asientos VIP.
LACP
