Cientos de fuegos pequeños iluminaron la noche del martes las viñas de Monterrei. Las bodegas Martín Códax ensayaron en el municipio orensano nuevas técnicas de protección de las vides en busca de nuevos aliados para cuidar de los brotes y facilitar su supervivencia frente a las heladas de primavera y otras anomalías meteorológicas asociadas al cambio climático. Tomando como referencia prácticas que se llevan a cabo en los viñedos franceses, Martín Códax puso a prueba el encendido controlado de velas durante la noche para poder hacer frente a posibles heladas que puedan producirse en la zona en la que cultivan el varietal godello con el que elaboran sus marcas Mara Martín y Mara Moura.
Tras la vendimia, explican los bodegueros, la vid va entrando poco a poco en un estado de hibernación que se mantiene durante todo el invierno y se interrumpe con la llegada de la primavera y la subida de las temperaturas. Durante este periodo en el que se produce la brotación la planta es más sensible, y las heladas pueden llegar a destrozar los nuevos brotes que asoman.
Con el objetivo de conocer las diferentes posibilidades con las que hacer frente a estos cambios eventuales en la climatología (que pueden llegar a provocar adelantos en la brotación y riesgo de heladas tardías) los viticultores realizaron este estudio en una de sus parcelas de Monterrei, concretamente en Vilardevós. Los resultados mostraron que la temperatura de la vid subía tras el encendido de las velas, pudiendo así llegar a mitigar los efectos de una posible helada.
No es el único método ensayado para contrarrestar los efectos de una helada extemporánea en el viñedo. Desde la cooperativa también contemplan otras posibilidades como molinos de viento que mueven las capas de aire en contacto con las cepas o el empleo de maquinara especializada que emite una mezcla de humo y vapor de agua mientras recorre la parcela consiguiendo una pantalla de humo que hace que el aire se enfríe mas lentamente elevando la temperatura de las plantas.
