En sus redes sociales, Tamara Romero presume con orgullo sus dos profesiones: policía federal y jugadora de futbol.
A sus 28 años, esta mujer ha roto estereotipos y combina su trabajo como servidora pública, en la Policía Federal, con el de jugadora del equipo femenil de los Gallos Blancos del Querétaro, donde es líder de la defensa.
En uno de esos giros que da el destino, tras sufrir una fuerte lesión, Tamara conoció al actual gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien terminó por ser un personaje clave para que el futbol volviera a ser parte de su vida y así poder combinarlo con su vocación para ser policía.
Sufriste una lesión que te hizo creer que el futbol se había acabado, ¿qué sucedió para que cambiaras de opinión?
Mi hermano iba al Centro de Formación Cuauhtémoc Blanco. En 2009, después de casi 10 meses parada, me activo nuevamente en el futbol y mi hermano me llevó. Ahí le comentaron a Cuauhtémoc que una hermana de uno de los chicos jugaba muy bien y él empezó a apoyarme. Gracias a él fue que asistí a mi última convocatoria en 2010 a la selección nacional con Leonardo Cuéllar (entrenador de América Femenil).
¿Cómo se da tu incorporación a la Policía Federal?
Fue dos años después. Justamente gracias al futbol. Todo se lo debo al futbol, la trayectoria, la imagen, la disciplina, la educación. Lo que más agradezco hoy en día es el trabajo que tengo por la pasión a este deporte. Esos valores me llevaron a entrar a la policía.
¿Cómo compaginas tu labor de policía con la de futbolista?
Al principio fue difícil adaptarme porque ambos requieren su tiempo. Hablando con mis jefes, me dijeron: “vas a hacer labor social y lo estaremos manejando a distancia”. Recibo un excelente apoyo y eso me tranquiliza, así puedo enfocarme al ciento por ciento en el futbol sin descuidar la parte laboral a distancia. Al final, el deporte es un tema muy generoso.
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Actualmente Tamara forma parte de la Secretaría de Seguridad Pública, apoyada por la doctora Yuridia Parra, colaboradora directa de Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México.
Cuando se crea la Liga MX femenil, en 2017, y con ello la posibilidad de ser profesional, ¿pensaste en dejar la policía?
Fue algo inesperado. Dudé en descuidar mi trabajo por aventurarme, porque no veía muy claro si la liga se iba a mantener, al final ya tenía responsabilidades. Actualmente tengo 28 años y no es lo mismo que cuando tenías 15. No disputé el primer torneo por eso, por dedicarme al ciento por ciento al ámbito profesional.
¿Y cómo te decidiste?
Después del primer torneo empecé a ver que hay un buen recibimiento por parte del público, que hay un buen nivel y que se empieza a interesar la gente, incluso los patrocinadores, entonces dije: “Tengo que estar ahí”, que valiera la pena el esfuerzo que hice desde chica junto con mi familia.
¿Cómo fue tu llegada al Querétaro?
Marco Zamora, ex técnico de Gallos, me conocía y me invitó a integrarme. Vine a entrenar con las chicas para ver si entraba en el esquema y así es como llego, y la verdad es que la directiva me ha apoyado y me siento muy a gusto.
¿Cómo tomaron la noticia tus jefes en la policía?
Me decidí a hablar con mis jefes para recibir el apoyo e incorporarme en Querétaro y también tomé el consejo de Cuauhtémoc Blanco, quien fue el que me impulsó a seguir adelante con el futbol.
¿Ha sido difícil cumplir tu sueño de ser futbolista?
Comencé a los seis años, el proceso ya era nato. Jugaba con chicos hasta que mi mamá se percató que realmente me gustaba el futbol y me empezó a apoyar para lograr mi sueño; desde chiquita lo tenía muy claro, era llegar a la selección, jugar en el extranjero y soñaba mucho con una liga profesional.
Llegué a mi tope en el nivel amateur. Logré ganar todo aquí en México, tuve campeonatos a escala internacional, mantuve contacto con un representante de Ecuador que me estaba manejando para ir a Europa, al Rayo Vallecano, pero por no dejar a la familia, de no dejar la escuela, decidí no irme. Durante mi proceso en selección jugué en Estados Unidos por un tiempo; tuve la oportunidad de jugar en Houston a nivel amateur.
¿Llegaste a jugar en selección nacional?
Sí, mi primera convocatoria fue a los 12 años, pero después del premundial en Puebla, en 2008, no fui convocada para asistir al Mundial de Chile de ese mismo año. Me comentaron que era por la edad, que iban a llevar a las más grandes y después vino la lesión.
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Tamara Romero se declara aficionada de la lectura y entre sus obras favoritas destaca los libros El arte de la guerra, de Sun Tzu, y Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago.
