Después del incontestable triunfo de los populares en 2016 (aglutinaron más de un tercio de los votos), Asturias volvería a teñirse de rojo el 28-A, aunque por una diferencia muy ajustada. El partido de Sánchez, el que gobierna en la actualidad en el Principado, obtendría tres de los siete diputados que se reparten en el histórico territorio socialista, solo uno por detrás del PP. Unidas Podemos sería la tercera fuerza política en la comunidad con unos apoyos que le sitúan justo por delante de Cs. Ambos obtendrían un escaño en la Cámara Baja. Así quedaría el reparto de los siete diputados que se juegan en Asturias, uno menos que en los comicios de 2016, según recoge la encuesta que NC Report ha elaborado para LA RAZÓN.
Poniendo el foco en el porcentaje de votos, la formación que encabeza Pablo Casado caería casi diez puntos porcentuales (pasaría de ostentar un 35,7% a obtener un 25,7%). Los resultados del partido de Pablo Iglesias también se resentirían (de un 23,9% a un 17%), un descenso de apoyos que le haría perder un diputado. Estos votos fugados del Partido Popular y UP se repartirían entre el PSOE, que sube 4,4 puntos porcentuales; Ciudadanos, que pasaría de un 12,6% a un 15,7%; y VOX que irrumpiría con un 9% que, pese a no ser desdeñable, no sería suficiente para conseguir un escaño en el Congreso de los Diputados. Según el estudio, el resto de partidos acumularía tan solo el 2,6% de los votos y descendería el porcentaje de papeletas en blanco (del 0,9% al 0,7%).
Estos son los diputados que entrarían
PSOE: Adriana Lastra. María Luisa Carcedo. Roberto García.
PP: Paloma Gázquez. Isidro Martínez.
CS: Ignacio Prendes. UP: Sofía Fdez.
