Ha añadido en este contexto que si tuviera que aplicar el artículo 155 de la Constitución como en su momento hizo el Gobierno de Mariano Rajoy, con el apoyo entonces del líder del PSOE, lo hará de nuevo, pero "con consenso y de modo proporcional al desafío que se plantee" llegado el momento por parte de las formaciones independentistas.
"No lo quiero hacer", ha matizado acto seguido, si bien ha advertido de que si ése es el "camino" que eligen los partidos a favor de la independencia, "han de saber que actuaré con toda contundencia".
En línea con lo que defiende el PSOE en el programa electoral que ha dado a conocer este lunes, el candidato socialista ha abogado por profundizar en el autogobierno de Cataluña a través del Estatuto de Autonomía, y en ningún caso sin franquear los contornos de la Constitución. También ha defendido el debate sobre la conveniencia de reforma el sistema de financiación autonómica
Así que para ello no es necesario reformar la Carta Magna, ha dicho Sánchez, sino ofrecer "un horizonte de solución" al problema que a su juicio aqueja a Cataluña, que es de "convivencia".
A los líderes independentistas les ha tildado de "irresponsables" por haber engañado a la sociedad catalana con la independencia, y por ello, les ha instado a "hablar con la otra parte de la sociedad" de Cataluña y "entre ellos acordar un nuevo Estatuto". El vigente, ha recordado, fue votado por la ciudadanía pero posteriormente "recortado" por el Tribunal Constitucional, "un defecto que hay que resolver".
Preguntado sobre si considera que España es "una nación de naciones", el candidato del PSOE ha contestado que se siente representado por el artículo 2 de la Constitución, en el que se reconocen las autonomías y su pluralidad.
Sánchez ha remarcado, asimismo, que no hablará sobre un posible indulto a los dirigentes catalanes a juicio por el "procés", pues el Tribunal Supremo no ha emitido "sentencia firme" al respecto, aunque ha dejado claro que junto a las responsabilidades penales que ahora se dirimen, hay "responsabilidades políticas" en la actuación de los líderes independentistas, y éstas merecen su "reprobación".
Ha eludido especular con pactos postelectorales, ya que su objetivo pasa por que de las urnas salga una mayoría que dé "estabilidad al país" y con Gobierno socialista para llevar a cabo sus tres claves políticas: reinstaurar la justicia social, acabar con la corrupción y superar "la crispación" territorial.
Sobre los decretos recientemente aprobados ha explicado que no descuadran las cuentas públicas, sino al contrario: "se están consolidando".
Y si sale del periodo electoral como presidente del Gobierno, ha avanzado que repetirán muchos de los actuales ministros.
Por otro lado, el presidente del Gobierno ha reprobado este lunes los escraches sufridos por algunos de sus rivales en estas elecciones generales, como los vividos por la 'número uno' del PP al Congreso por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, en Barcelona, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en Rentería (Guipúzcoa), o representantes de Vox en distintos actos en el País Vasco.
"Siempre he creído que la democracia es incompatible con la intolerancia. Cuentan con mi reprobación" esos episodios de acoso, ha señalado en la entrevista en Antena 3.
En este sentido, ha subrayado que él defiende "una España tolerante" que deje paso "a la palabra, la razón y la moderación" y ha coincidido con la eurodiputada de UPyD Maite Pagazaurtundúa cuando dice que "en el ejercicio de la democracia se tiene que tener el derecho a la libertad".
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