Juana Solís salió corriendo de su casa, ubicada en una de las calles cercanas al templo de San Francisco de Asís para llegar puntual a la entrada principal del Parque Hidalgo de Pachuca en donde había llegado la procesión desde Las Lajas hasta este punto, y en la que más de cien personas vestidas con prendas de satín de diferentes colores y utilizando huaraches, recorrieron algunas calles de la ciudad proclamando “¡Viva el Rey!”.
La procesión, que fue encabezada por un actor personificando a Jesús montado en un burro y teniendo a 10 jóvenes, que dieron vida a los apóstoles, gritaban a voz unísona “Salud y Gloria al hijo de Dios”, mientras las palmas hacían reverencia a la procesión de Ramos, que recuerda año con año lo que pasó en la vida de Jesús días antes de su pasión y muerte.
“Para mí es importante celebrar este momento, es cuando Jesús entra a Jerusalén y viene a bendecir nuestros ramos de flores o las cruces que venden de palma, para colgar en mi hogar y que Dios nos proteja”, indicó Emma Cruz Bazán, quien fue parte de este recorrido.
La gente llegaba desde diferentes lugares, todos cargando un ramo de flores, cruces de palma o bien, imágenes religiosas, mientras los menores que acompañaban la peregrinación gritaban “¡Salud y Gloria al hijo de Dios!”, y esperaban el momento de que iniciaran su recorrido hacia el Templo de San Francisco de Asís.
“Es una representación de lo que vivió Jesús y para mí es un orgullo ser parte de este recorrido, pero sobre todo, porque mi hija participará el viernes, porque será el angelito que se le aparezca a Jesús”, expresó orgullosa María Peña, quien a lo lejos checaba la participación de su hija, quien junto a un grupo de más de 30 niños, niñas y adolescentes, continuaban gritando alabanzas.
Juana Solís llegó a tiempo al Parque Hidalgo, cargando un par de ramos hechos con palma tejida, y con mirada preocupada, vio la hora en su reloj, “es que dejé solito a mi esposo que quería venir, pero ya no puede caminar porque tiene diabetes, y pues le dije que venía rápido”, expresó Solís, mientras seguía la procesión hacia el templo.
A las 11:00 en punto, el padre Bartolomé Martínez Vera inició la misa, no sin antes solicitar a los participantes a tomar asiento, “porque esta celebración es muy importante para todos los cristianos, porque Dios nos abre las puertas de la vida”.
“Es un momento de la Pasión al Señor, por su amor y fidelidad, porque su cruz en nuestra vida”, expresó el Padre antes de continuar leyendo la primera lectura.
Entre puestos de venta de ramos de palma con flores de manzanilla y romero, de buñuelos con miel y tortitas de nata, los feligreses que llegaban a la misa pasaban a acariciar al burro que se quedó bajo la sombra de un árbol, mientras que Rubén Tolentino, coordinador de escena de este grupo de artistas que por 29 años realizan esta procesión desde Las Lajas, organizaba a los actores de esta procesión y acomodaba siete coronas con espina, “que me traje desde Taxco”, y misma que ocuparán este lunes para la visita de las siete casas, para que fueran bendecidas al término de la homilía.
Fue así como Julia Solís solicitó la bendición anticipada de su ramo, “porque dejé a mi esposo solo y vengo a pedir por él, por su salud y para que Dios me haga el milagro, en Semana Santa, de que siga fuerte, porque sólo confío en él”, expresó, antes de concluir la misa del Domingo de Ramos, con la que inicia la Semana Santa.
