La catedral de Notre Dame de París está sufriendo un incendio devastador cuyo origen puede deberse a los trabajos de renovación en el templo. Las imágenes de la torre principal a punto de desplomarse a causa de la llamas están siendo retransmitidas por los medios de comunicación del mundo entero. «Incendio importante en curso en Notre Dame, hay que mantenerse al margen y evacuar la zona y dejar a los servicios de emergencia intervenir», explicado Emmanuel Grégoire, primer adjunto al Ayuntamiento de París, en Twitter sobre el trágico suceso. Mientras que la alcaldesa, Anne Hidalgo, confirmaba la gravedad de lo ocurrido.
[El incendio, en directo: El fuego devora la Catedral de París]
Hablamos de uno de los monumentos más concurridos y emblemáticos de Francia, el edificio gótico más visitado del planeta, que a lo largo de su historia ha sido escenario de todo tipo de sucesos trágicos, en los que sus protagonistas fueron atraídos por la popularidad del lugar.
Hace solo dos años el terror se apoderó de la famosa catedral en el corazón histórico de la ciudad, cuando un policía fue agredido a primera hora de la tarde por un desconocido armado de un martillo. El atacante, en cuyo domicilio los investigadores hallaron más tarde un vídeo de juramento de lealtad a Daesh, fue neutralizado por los disparos de la Policía. Identificado como Farid Ikken, un estudiante de Argelia, también estaba armado con dos cuchillos. «Controlada la situación en Notre Dame, un policía herido, el agresor ha sido neutralizado y va camino del hospital», informaba la cuenta de Twitter de la Prefectura de París en un primer momento.
Suicidios
Hace cinco, años, por ejemplo, un hombre de 78 años se suicidaba de un disparo en la boca frente al altar de la catedral, que tuvo que ser evacuada. En el interior había en aquellos momentos 1.500 fieles y turistas. La víctima era un antiguo miembro del grupo terrorista de extrema derecha llamado Organización Armada Secreta (OAS), que días antes había llamado a manifestarse contra la legalización del matrimonio homosexual en Francia y contra la inmigración. «Sin duda, serán necesarios nuevos gestos, espectaculares y simbólicos, para sacudir las somnolencias, agitar las conciencias anestesiadas y despertar la memoria de nuestros orígenes», había escrito en su blog poco antes.
En 2010, una serie de activistas abertzales que habían acudido a París para la lectura de la sentencia en un juicio contra diez etarras, desplegaron una pancarta en Notre Dame. La acción se terminó tras la intervención de la Policía. «Resolución del conflicto político vasco» y «No al mandato de arresto europeo», podía leerse en sus pancartas.
Dos años antes se había producido la visita del Papa Benedicto XVI a la catedral, que presidió una solemne ceremonia donde reunió a religiosos, la jerarquía eclesiástica francesa y representantes de otras confesiones cristianas. A la explanada exterior acudieron decenas de miles de personas y dieron una fuerte ovación al Pontífice cuando salió del templo para dirigir unas palabras a la juventud francesa sobre este edificio situada en la Ile de la Cité que se empezó a construir en el siglo XII y se terminó unos 200 años después. «Mi predecesor Alejandro III puso la primera piedra, los papas Pío VII y Juan Pablo II la honraron con su visita, y estoy muy feliz de seguir sus huellas», aseguro.