La Dirección General de Tráfico se ha volcado estos días en una intensa campaña de vigilancia de la velocidad. Consciente de que no basta únicamente con multar, el ente ha difundido a través de su canal en Twitter los beneficios que mantener una velocidad contenida puede suponer para los bolsillos de los conductores.
«El consumo ideal de combustible, dependiendo del tipo de vehículo, suele estar en torno a una velocidad de 90 km/h. Si la velocidad aumenta a 120 km/h, el consumo se incrementa en un 30%», explican desde la DGT. «Por consumo y por seguridad, siempre #MejorMásDespacio», aseguran, con el hashtag de la campaña.
Según las tablas de la DGT, un vehículo diésel medio con un consumo de 5,7 litros a los 100 kilómetros consume un 20% menos a 90 kilómetros por hora que a 120; mientras que en gasolina con un consumo de 7,6 litros el gasto de combustible a 90 km/h es un 18% inferior.
Del lado contrario, en ambos vehículos circular a 140 kilómetros por hora, veinte por encima del actual límite de velocidad en vías rápidas, supone gastar un 14,1% más que a 120 en el caso de un diésel; y un 15,8% más para un gasolina.
El consumo ideal de combustible, dependiendo del tipo de vehículo, suele estar en torno a una #velocidad de 90 km/h. Si la velocidad aumenta a 120 km/h, el consumo se incrementa en un 30%. Por consumo y por seguridad, siempre #MejorMásDespacio ???? pic.twitter.com/lfUgry3R0n— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes)
8 de abril de 2019
