La candidata del PP a las elecciones generales por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo pidió ayer a la Fiscalía que «los lazos amarillos se quiten hoy y para siempre». Fueron unas declaraciones realizadas en el Saló de l’Ensenyament de la ciudad. Visitó el evento junto al alcaldable de los populares, Josep Bou.
Álvarez de Toledo aseguró que que los polémicos lazos «no son solo un símbolo de opresión durante un ciclo electoral, sino que lo son siempre». Fue una referencia a todos los episodios vivdos esta semana en la plaza Sant Jaume, en la sede de la Generalitat, con los avisos de la Junta Electoral Central (JEC) para retirar el símbolo independentista de las instituciones públicas, con caso más o menos omiso del president de la Generalitat, Quim Torra.
Puso hincapié en realizar una «parada muy especial ante el estand de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa», puesto que el año pasado «no fueron bienvenidos».
Volviendo a los lazos, señaló que hay que asegurarse que «lo que se quita hoy y toda la cartelería que se suponga denunciar a España como una dictadura u oprimir a la mitad de los catalanes y al resto de los españoles debe ser retirada hasta siempre, no hasta el 28 de abril», fecha de las Elecciones Generales.
Para Álvarez de Toledo, las Fuerzas Armadas son «garantes de la Constitución, de la paz civil española, de nuestra seguridad y libertades, del sistema democrático y de un sistema de convivencia». En ese sentido, apeló a «denunciar el pacifismo hipócrita, el falso pacifismo de los que, a la vez que atacan a las Fuerzas Armadas, se dedican a alentar y justificar proyectos ciudadanos de confrontación civil».
«Frente a ese pacifismo hipócrita, defendemos la paz civil, que son todas las instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas que la protegen y garantizan», agregó.
En la misma línea se manifestó Bou, que afirmó no entender «la actitud de desprecio y olvido» de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, contra las Fuerzas Armadas, que, recordó, son la segunda institución «más valorada por los españoles». «Esa gente merece respeto, en 2018 salvaron 15.000 vidas en el Mediterráneo», dijo.
