Si hace unos días el Olympiacos
decidía no presentarse a un derbi con el Panathinaikos, llevando al límite una situación cada vez más complicada, ahora el escenario en el baloncesto griego se ha vuelto aún más surrealista llegando a producirse ataques personales incluso con tintes antisemitas.
El equipo del Pireo se retiró primero en el descanso de un partido copero como portesta por la actuación de los árbitros. Amenazó (y cumplió su amenaza) con no jugar contra su eterno rival de no designarse árbitros extranjeros para los derbis. Y en medio de la polémica, su técnico, David Blatt, aseguró que no estaba al tanto cuando se decidió la primera de estas acciones.
Unas palabras que Vangelis Alexandris, exentrenador del Iraklis y comentarista para los partidos del Panathinaikos, no se ha creído. Y su respuesta ha provocado una gran controversia en tierras helenas. «Blatt cree que lo sabe todo. Eso no es nada nuevo. Pero si consideramos que tiene sangre judía en sus venas, creo que está mintiendo sobre lo que dijo», aseguró, ganándose la condena y duras críticas de la comunidad judía.