Mientras Torra se dedicaba a hacer el mono con los cartelitos fui a almorzar con Cayetana a Nairod, extraordinario. Y viéndola tan hermosa, tan brillante y tan valiente pensé que si de verdad los independentistas quisieran la independencia, colgarían carteles con su retrato en las fachadas de todos los edificios oficiales. La libertad no es una frontera o un sello sino un estado del espíritu y cualquiera que más o menos viva intentando ser libre sabe que todo es inútil sin inteligencia, rodeado de verduleras que te dan la razón. Cayetana encarna lo que hace que este mundo merezca la pena y el trampolín en el que hay que tomar impulso para alcanzar su nivel es la posibilidad entre un... Ver Más