A uno le iba la vida y al otro la honrilla, así que el Baskonia salió a morder y el Madrid a cumplir. Gano el corazón vitoriano en un flojo partido de baloncesto que las bajas también ayudaron a lastrar. Las obligadas (Granger, Janning, Garino y Shengelia más el visitante Deck) y las voluntarias: Laso dejó en Madrid a Tavares, Reyes y Campazzo, con un ojo puesto en el duelo de este domingo ante el Barcelona por el primero puesto de la Liga. El Kirolbet se acerca ahora al playoff, aunque le quedan dos huesos: el Efes en casa y el CSKA en Moscú. De acabar hoy la fase regular, Madrid y Baskonia se cruzarían en cuartos. Veremos.
Los blancos apenas se jugaban nada en el Buesa, solo seguir en la pelea por una segunda plaza con poca trascendencia. El factor pista en cuartos ya estaba en su zurrón desde la semana pasada y recondujo su energía para la Liga. Vincent Poirier se erigió en el coloso de la noche en ausencia de Tavares, que le ha hecho sufrir mucho en la última temporada y media. El pívot francés sumó 19 puntos y 16 rechaces (30 de valoración) y Voigtmann también sacó músculo (13 y 12). El Madrid no tuvo respuesta y claudicó bajo los aros: 50 rebotes (20 de ataque) frente a 35 (10).
Pese a ese abismo en los números y los condicionantes previos, y a que el Kirolbet se puso 16 arriba nada más arrancar el cuarto final (69-53), el Madrid llegó vivo al desenlace (75-72, minuto 37). Ni Llull ni Prepelic andaban entonces al timón, sino el canterano Pantzar, que debutaba en la Euroliga. Subió el balón, perdió uno importante, anotó un triple y falló otro y, sobre todo, se agarró a las muñecas de Carroll y Thompkins, los únicos con cierta clarividencia en ataque. Insuficiente ante el ardor guerrero de Poirier, clave también en el demarraje que decidió el encuentro. Igual que un destacado Vildoza, que anotó entonces 7 de sus 20 puntos.
La primera parte había sido un completo horror, solo se salvó de la quema fallera el deseo y la necesidad local. Ni juego ni acierto. Kuzmic volvía a la Euroliga más de cinco meses después y salió de titular. Dos buenas acciones del serbio y tres faltas rápidas en cinco minutos que le mandaron al banco. El Madrid se atrincheraba en una zona 2-3 y nadie veía aro desde la larga distancia. En el cruce con el minuto 12, 1 de 14 de tres entre ambos (1 de 10 el Real). Poirier y Voigtmann arrasaban bajo tableros y esa grieta terminó por colapsar al Real, que permitió segundas y terceras opciones y en ataque acabó muchas de las posesiones con un tiro forzado. Vildoza comandó el primer gran arreón de los de Perasovic (50-38) mientras Yusta trataba de replicar, incluida una penetración de mucha clase.
El Madrid salió a nadar y a guardar la ropa, aunque no se libró del infortunio: Rudy sufrió un esguince en el tobillo izquierdo, como Deck el miércoles ante el Armani Milán. Dudas ante el Barça. El que sonrió esta vez fue el Baskonia, que tumbó al campeón de Europa después de siete derrotas seguidas. Ahora es sexto empatado con el Panathinaikos a falta de dos jornadas y tiene el averaje ganado al equipo griego. Y también al Milán. El sueño de meterse en su Final Four sigue vivo.
