Borrón y cuenta nueva. Los últimos tres años han sido prácticamente de transición para Mapfre. La aseguradora presidida por Antonio Huertas se había fijado en 2016 cerrar 2018 con unos ingresos de 31.000 millones de euros, una rentabilidad (ROE) del 11% y una ratio de costes sobre ingresos o ratio combinada del 96%, métricas que ha incumplido debido al impacto en sus cuentas de las indemnizaciones por catástrofes naturales como huracanes, la depreciación de divisas con las que opera como el real brasileño y la lira turca, la hiperinflación en Argentina, los bajos tipos de interés en la Eurozona y la volatilidad en los mercados. Por eso las nuevos objetivos fijados por Mapfre en su nuevo plan estratégico trienal, para el periodo 2019-2021, son incluso más bajos que los que se había puesto hace tres años.
Mapfre aspira ahora a cerrar el nuevo plan en 2021 con una cifra de ingresos de 30.000 millones de euros o habiendo conseguido un crecimiento promedio del 5% durante el trienio. Esto supone 3.410 millones o un 12,8% más que los 26.590 alcanzados finalmente el pasado año, pero 1.000 menos que los 31.000 que se habían plasmado en el anterior plan, que suponían un crecimiento trienal del negocio del 16%. En cuanto al negocio concreto de seguros de vida riesgo, prevén un crecimiento del 8% anual durante los tres próximos ejercicios.
La aseguradora establece ahora una meta de rentabilidad sobre recursos propios del 10% de promedio para los próximos tres años, un punto porcentual menos que lo previsto en el plan 2016-2018, pero por encima del 6,4% logrado el pasado ejercicio. Por último, Mapfre prevé situar su ratio combinada en el 96% al cierre de 2021, frente al 97,6% de 2018.
"No hemos alcanzado todo lo que nos propusimos", ha dicho este viernes Huertas a la junta general de accionistas, durante la cual ha presentado el nuevo plan, justificando ese incumplimiento por circunstancias ajenas al control de los gestores como los huracanes y terremotos, las hiperinflaciones y devaluaciones de divisas y los mercados convulsos. "Hay cosas que, viéndolas ahora hacia atrás, podríamos haberlas hecho mejor", ha admitido, destacando en todo caso que las cuentas de 2018 del grupo evidencian la sostenibilidad de los resultados operativos de la compañía, esto es, la capacidad para generar beneficios recurrentes, y el proceso de transformación hecho por la compañía en algunas áreas, su reestructuración en mercados como Estados Unidos y alguna división de negocio para ser más rentable y saneamientos hechos como el de un fondo de comercio.
Optimización de precios en España
"El periodo recién finalizado nos ha servido, entre otras muchas cosas, para potenciar la transformación de esta compañía hacia el futuro", ha confiado el alto ejecutivo, quien también ha resaltado la transformación digital de la compañía y las cifras de negocio alcanzadas por este canal, y ha insistido en que la digitalización y la transformación de la compañía seguirá siendo transcendental en este trienio. Así, por ejemplo, Huertas ha avanzado su intención de reforzar sus marcas digitales y de seguro directo, Verti e Insurance Go.
España se antoja que volverá a ser clave en los próximos tres años para las cuentas de resultados de Mapfre tras haber reforzado su alianza de bancaseguros con Bankia y firmar una nueva en seguros de no vida con el Santander. Además, el presidente del grupo ha adelantado que Mapfre tratará de mejorar su competitividad en el mercado nacional con varias acciones, entre ellas una "optimización del precio". En Brasil, la compañía prevé también que la alianza con Banco do Brasil, reforzada el pasado año y por la que pagó 520 millones de euros, eleve este año su contribución a las cuentas, y que los cambios hechos en la gerencia de la filial, el mayor control técnico y el nuevo clima política y económica en ese país puedan beneficiar también al negocio.