A Santiago Barreda Náder
“Entre la Utopía y el Despojo”, como bien lo mencionó el investigador tehuacanense, Antonio Tenorio Adame, al iniciar esta serie de colaboraciones que les estamos entregando sobre el aniversario de los 500 años en que, Hernán Cortés llegó a las tierras hoy llamadas “República Mexicana” habiendo salido con su ejército de marinos, soldados, esclavos, navíos, armamento, alimentos, agua y animales-principalmente caballos-(más baratijas y espejos), de Cuba y con destino desconocido.
Como ya sabemos, Cortés y sus huestes, llegaron primeramente a lo que hoy es Cozumel. Siguieron ascendiendo por el Golfo de México. Pasaron por Tabasco. Fundaron poblados. Recibieron esclavos y obsequios (entre ellos, a la Malintzin, Malinalli, bautizada como “Doña Marina” para posteriormente ser conocida como “La Malinche”. Traductora, guía cultural y geográfica. Compañera y amante). Llegan a lo que ahora es Veracruz, temiendo la persecución y el castigo de Diego de Velázquez, gobernador de Cuba y del Caribe, todos los expedicionarios con Cortés al mando.
En el magno y amplio trabajo que coordinamos Marco A. Rojas Flores, Pedro Ángel Palou Pérez y un servidor, sobre “Encuentro con la Historia: Puebla a Través de los Siglos”, mencionamos en el apartado de la conquista: “Inicio de la Conquista: La fracción de las quistas del ejercito opinaba que, cumplidas las instrucciones dadas al capitán por el gobernador Velázquez y obtenido cuantioso rescate, lo precedente era regresar a Cuba (...)Cortés y sus amigos pensaban que el regreso a aquella isla les significaría la cárcel o la muerte, por lo que resolvieron poblar la tierra que andaban descubriendo”.
“Para poder cumplir esto se hacía indispensable constituir y crear una autoridad española, por lo que valiéndose de intrigas y malas artes, Cortés consiguió la instalación de un Ayuntamiento que quedó compuesto por: Alonso Hernández Portocarrero, Francisco de Montejo, Cristóbal de Olid, Juan de Escalante, Gonzalo Mejía y Alonso de Ávila(...)Constituido el ayuntamiento fue la primera autoridad española en nueva España, Hernán Cortés presento su dimisión del cargo que le había conferido Velázquez y se le aceptó”.
“(…) De inmediato, el ayuntamiento le ofreció que fuera capitán general del ejército, a lo que Cortés aparentó no consentir; más después de ruegos simulados quedó como jefe de los expedicionarios. La sutil maniobra desligó a Cortés de la autoridad de Velázquez. Ahora solo dependía del monarca español, que era tanto como no depender de nadie, dada la lejanía y dificultad de las comunicaciones”. (Inclusive, se afirma por consenso que, éste fue el primer ayuntamiento que se estableció en América).
“De inmediato hizo la fundación de la Villa Rica de la Veracruz el 3 de Mayo de 1519, el nombre se debió a que llegaron el jueves de la Última Cena y desembarcaron en Viernes santo de la Cruz y Rica porque un capitán dijo a Cortés que mirase las tierras ricas y que supiese gobernarlas”.
“Ya asentados empezaron a tomar conocimiento de la tierra no sólo por las entradas que hicieron, sino también por las embajadas oficiosas de los enemigos del imperio, como fue el caso de los Totonacas de Zempoala, cuyo cacique llamado Chicomecoátl, pero apodado el gordo o temblador se puso a disposición de los conquistadores y los invito a pasar a su ciudad”.
“De esta manera iniciaron recorrido tierra a dentro pasando por Rinconada, Jalapa, Coatepec, Ixocan, Alchichica, Cuyoaco, Zautla e Ixtacamaxtitlán a donde llegaron a finales de Agosto de 1519. Los Tlaxcaltecas se dispusieron a negociar la paz y como eran enemigos de los Mexicas, a partir de ahí se aliaron el 23 de Septiembre 1519 entrando los españoles a territorio Tlaxcalteca siendo recibidos con flores y obsequios”.
“Ahí descansaron 17 días. Los caciques pusieron a disposición sus ejércitos. Hernán Cortés acepto solo 600 guerreros. De ahí envió a Diego de Ordaz a subir al Popocatépetl a traer azufre para la elaboración de pólvora lo que asombró a los indígenas pues el volcán guardaba cierta actividad”.
“Al reanudar su marcha aconsejaron a cortés seguir por la ruta a Huejotzingo, cuyos habitantes eran aliados de los Tlaxcaltecas. Embajadores de Moctezuma aconsejaron caminara hacia Cholula, ciudad amiga de los Mexicas. Así lo decidió Cortés llegando a una de las ciudades más ricas y florecientes de Mesoamérica, era un importante centro religioso al que llegaban peregrinaciones procedentes de muchos cientos de kilómetros de distancia. Cortés estimaba que en esta ciudad había como 400 templos, una vez en Cholula el conquistador creyó observar que se habían preparativos para atacarlos (se dice que “La Malinche”, también le advirtió), hicieron que se decidiera atacar por sorpresa a los de Cholula y se realizara una matanza a todas luces injusta e inhumana, sacrificando alrededor de 5000 Cholultecas” (continuará).