En las personas diabéticas, la complicación más importante y también la más frecuente es la retinopatía. Se trata de una dolencia que es la principal causa de ceguera en estos pacientes y que puede prevenirse con una detección temprana. Con ese objetivo la Consejería de Sanidad y el Instituto de Oftalmobiología Aplicada de la Universidad de Valladolid (UVA) lanzaron en 2017 un programa de cribado en las áreas de Salud de Valladolid y Palencia. En su primer año ya ha analizado a 4.735 diabéticos, de los que 1.035 presentaron lesiones de retinopatía diabética sin que tuvieran que ser derivados al hospital, mientras que otros 70 sí tuvieron que acudir con un carácter preferente a los servicios de oftalmología
El consejero de Sanidad, Antonio Sáez, presentó ayer los resultados de los primeros pasos de este cribado, una experiencia que, además de ayudar a las personas diabéticas en la detección de un problema que no muestra síntomas hasta que el daño ocular es grave, también ayuda a la «sostenibilidad del sistema». Y es que los pacientes examinados se han ahorrado el tener que acudir primero a consulta de Atención Primaria para después ser derivados a la consulta especializada del oftalmólogo, un servicio que sólo en el Hospital Clínico de Valladolid atiende a 50.000 personas al año.
La intención ahora es seguir ampliando este programa en las zonas de salud que ya se está llevando a cabo, donde la población diana es de 32.000 diabéticos. Más tarde la intención s que se implante en toda la región.
El primer paso del cribado es la captación de las personas diabéticas en su centro de salud. De allí pasa a uno de los ocho centros con retinógrafos -un aparato con el que se hace una fotografía de cada fondo de ojo- y esas imágenes pasan por vía telemática a los especialistas, que analizan si existe patología y la gravedad de la misma.
Nuevas tecnologías
El responsable del área de oftalmología del Hospital Clínico de Valladolid, José Carlos Pastor, apostó por los sistemas innovadores como la teleoftalmología para mantener la sostenibilidad y eficiencia del sistema. «En patologías crónicas introducir las nuevas tecnologías es la única forma de hacerlo y de fortalecer la Sanidad», remarcó.
Del total de pacientes tratados hasta el 31 de diciembre de 2018, aquellos con retinopatía leve o moderada -438- continuarán en revisión de forma periódica por el programa de cribado, mientras que en los que no se han observado los síntomas tendrán que acudir de nuevo en dos años para pasar por otro análisis. En 469 pacientes se detectaron otras patologías que nada tienen que ver con la diabetes, como cataratas o tumores.
