Brahim Díaz ha cumplido su primer mes en Madrid, pero seguro que nada va como él esperaba. El centrocampista malagueño se marchó del Manchester City en busca de los minutos que no tenía a las órdenes de Pep Guardiola, pero de momento no los ha encontrado.
El fichaje de Brahim por el Real Madrid se anunció el 7 de enero. Un traspado cifrado en 17 millones de euros adelantaba la llegada del jugador al equipo blanco, prevista inicialmente para el verano a coste cero. Se pidió el transfer a toda prisa para que el jugador pudiese estrenarse dos días después en el partido copero ante el Leganés. Brahim disputó sus primeros 12 minutos como jugador blanco. «Es un día inolvidable y único, hacer el debut en el Bernabéu es grandísimo. La camiseta del debut la enmarcaré y la colgaré en mi casa», dijo entonces.
Apenas unos días después se estrenaba en la Liga jugando los últimos 8 minutos ante el Betis. Por último, el 16 de enero disputaba 4 minutos en la vuelta copera ante el Leganés. A partir de entonces, nada. En total, 24 minutos repartidos en tres partidos y casi un mes parado.
Brahim no solo ha desaparecido del terreno de juego. También lo ha hecho de las convocatorias de Santiago Solari. El malagueño no está entre los 18 elegidos por el argentino desde el 24 de enero, cuando sí entró en la pista de la vuelta copera ante el Girona, aunque sin jugar. En Liga hay que retroceder hasta la jornada 20 (19 de enero), ante el Sevilla.
Con 19 años, Brahim es un fichaje de futuro, muy al estilo de los que últimamente realiza el Real Madrid (Vinicius, Lunin, Ceballos, Rodrygo...). Pero su falta de oportunidades contrasta con el interés del Madrid por rescatar al jugador del City seis meses antes de la finalización de su contrato a costa de pagar 17 millones de euros.
