Las familias poblanas cumplen con la tradición de presentar en templos católicos las figuras del Niño Dios arregladas con diferentes motivos; y con el pago y consumo de tamales durante este fin de semana, en el marco de la celebración del Día de la Candelaria.
Cada 2 de febrero, los poblanos celebra el Día de Nuestra Señora de la Candelaria, fecha en que según la religión católica se recuerda la presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén. Durante este fin de semana, las personas que descubrieron la figura del Niño Dios en la rosca de reyes partida el 6 de enero pasado, invitan los tamales y el atole como parte de la tradición.
Con motivo de la Fiesta del Día de la Candelaria, en diversos municipios del estado y juntas auxiliares, se realizan festejos alusivos este fin de semana; mientras que en los hogares, se degusta una gran variedad de tamales y atoles.
En Huehuetlán el Grande, en Guadalupe Santa Ana y en Tepeaca, así como en diferentes templos de la entidad, se realizan misas durante todo el día como parte de los festejos relacionados con Nuestra Señora de la Candelaria.
Al respecto, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, explicó que la celebración religiosa del 2 de febrero que se conoce como la Presentación del Señor, o la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas.
“Durante este 2 de febrero vamos al encuentro de Cristo en la casa de Dios. Lo encontraremos y lo reconoceremos en la tradición del pan; mientras llega el día en que se manifieste glorioso. A la fiesta litúrgica se le conoce como de la Candelaria porque bendecimos las candelas, bendecimos la luz que es Cristo. Cristo luz, ilumina nuestras tinieblas, nuestra oscuridad, nuestra noche”, explicó el líder de la gray católica en Puebla.
Ante los fieles poblanos que llevan a su Niño Dios a los templos, Sánchez Espinosa resaltó que la fiesta del Día de la Candelaria es familiar y una de las más importantes para la religión católica.
“El pasado 24 de diciembre ponemos en los nacimientos al Niño Dios; lo levantamos el 6 de diciembre; y el 2 de febrero vestidito, con sus ropas muy bonitas, lo traemos a la presentación en el templo en el día de la Candelaria, el 2 de febrero. Es una fiesta de mucha devoción para los fieles católicos”, explicó Sánchez Espinosa.
Los fieles católicos reportaron que gastan entre 500 y tres mil pesos por vestir la figura del Niño Dios; mientras que la tamaliza llega a superar los mil pesos, lo cual, depende del número de personas que son invitadas a degustar el platillo típico mexicano.
Para vestir a las figuras, se utilizan diferentes atuendos como los de San Judas Tadeo, San Miguel Arcángel, Sagrado Corazón del Niño Jesús, Niño Doctor, el Señor de las Maravillas y el Santo Ángel.
Los fieles poblanos tienen la costumbre de vestir de modo especial la imagen que representa al Niño Dios con diferentes atuendos que van desde ropones hasta trajes con diferentes características, explicó Guadalupe Sánchez, quien ofrece diferentes vestimentas en el mercado Zapata, al sur de la capital del estado.
“Nosotros ofrecemos desde ropones muy pequeños que son los más económicos. Tenemos ropa para figuras de más de 75 centímetros, donde los costos aumentan”, explicó.
Por su parte, tamaleros del sur de la capital del estado esperan un aumento en sus ventas de hasta 500 por ciento, ya que, durante estos días, pasan de vender 500 tamales a más de dos mil 500.
Los tamales de mole y rajas se encuentran entre los más pedidos; aunque también existe una gran demanda de los de dulce y los jarochos; de forma paralela, se registra una alta demanda de atole.
ARP