Juan Espadas insiste en su proyecto de ampliación del recorrido del tranvía para que llegue hasta la estación de ferrocarriles de Santa Justa y no hasta la Enramadilla, última parada en la actualidad en su camino desde la Plaza Nueva. A pesar de que en el consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo se tumbó el documento definitivo del plan especial para la ampliación, al votar en contra todos los grupos de oposición, el alcalde de Sevilla mantuvo ayer una reunión con los representantes de una treintena de asociaciones, empresas e instituciones, para defender esta iniciativa, que de momento ha tenido que dejar sólo en papeles al no gozar de mayoría en el reparto de poder municipal.
Esta reunión se encuadra en la «campaña informativa» anunciada por Espadas a raíz de ese rechazo al proyecto, que desarrollaría esta línea del llamado Metrocentro a través de las avenidas de San Francisco Javier y de Luis de Morales hasta llegar al entorno de la estación. Estuvieron presentes en la reunión, además de los concejales de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, y Movilidad, Juan Carlos Cabrera, los representantes de una treintena de asociaciones, instituciones y empresas, como Aprocom, la asociación de hoteles, la asociación de hostelería, el centro comercial Nervión, el Sevilla F.C., El Corte Inglés, la Universidad de Sevilla, la Asociación de Empresas Turísticas (ASET), así como representantes de las comunidades educativas de colegios e institutos de la zona, de distintas entidades vecinales, de empresas y de asociaciones de comerciantes de Nervión y Santa Justa.
Durante este encuentro, según expuso posteriormente el Consistorio, se alcanzó «un amplio consenso en torno a la importancia de iniciar los trabajos para la ampliación del tranvía, de acuerdo con el plan especial que quedó pendiente de aprobación definitiva», como «medida complementaria a la ampliación de la red de metro y la conexión ferroviaria entre el aeropuerto y Santa Justa».
«El Metrocentro es una infraestructura que debe responder a unos objetivos y es complementaria a la ampliación de la red de metro y a la conexión ferroviaria entre Santa Justa y el aeropuerto. Son medidas que juntas transforman el modelo de movilidad de la ciudad», enfatizó Espadas, defendiendo la idea de «seguir trabajando por lograr desbloquear la ampliación del tranvía, introduciendo en el proyecto nuevas mejoras y medidas complementarias que contribuyan a la transformación urbana de la zona».
El alcalde, además, trasladó la situación actual del proyecto, que se encuentra preparado para su licitación y con todos los informes preceptivos favorables. Emasesa tiene, además, listo para adjudicación un contrato previo de desvíos de canalizaciones por un importe de «un millón de euros». Anunció también el regidor «nuevos encuentros de estas características con el objetivo de ir ampliando el consenso en torno al proyecto».
Tras aquella votación en Urbanismo donde se rechazó la idea del gobierno municipal socialista, el portavoz del PP y candidato a la Alcaldía, Beltrán Pérez, defendía que «la apuesta» de su partido por continuar con las líneas de metro incluidas en el plan de la red completa de metro de Sevilla y el entonces ya previsible «cambio» en el Gobierno de la Junta de Andalucía dado el acuerdo negociado entre el PP y Ciudadanos hacían «innecesario» ampliar el tranvía, recordando que las estaciones de trenes de San Bernardo y de Santa Justa ya están conectadas por un trazado subterráneo por el que circulan los trenes de Cercanías, avisando de que ampliar el tranvía supone un «alto coste» sólo para «duplicar» dicha conexión.
El PP aludió de nuevo ayer al asunto tras la reunión del alcalde con las entidades y empresas, pidiendo a Espadas «que no haga campaña electoral con el tranvía». El edil popular Rafael Belmonte indicó que, «si el PSOE quiere hacer alguna campaña informativa, que la haga a su costa. Los intereses de la ciudad no son los de un alcalde del PSOE, que gobierna en minoría absoluta. Los intereses de Sevilla tienen que estar por encima de todo». Belmonte dijo no querer «ver posibles intereses oscuros detrás de las prisas por la construcción de la ampliación del tranvía, cuyo rechazo ha provocado al alcalde el berrinche propio de un niño».