El concejal de Cultura Festiva de Valencia, Pere Fuset, que ayer declaró como investigado (antes imputado) por el accidente mortal en el montaje de las gradas de los conciertos de Viveros de julio de 2017, defendió que actuó conforme a los informes de los técnicos y firmó lo que estos le dijeron.
Así lo indicaron fuentes conocedoras del caso, que incidieron en que en el transcurso de la comparecencia de Fuset fue cuestionado sobre si firmó la autorización de la grada y aseguró que firmaba lo que los técnicos le «ponían delante».
Fuset estaba citado a declarar a mediodía en calidad de investigado por el Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia que investiga las circunstancias en las que se produjo el accidente del operario y las posibles responsabilidades que se pudiera derivar.
Al salir tras dos horas de declaración, el concejal aseguró a los periodistas que había «entrado tranquilo» y salía «más tranquilo». Antes de entrar a la sala, se limitó a expresar su «respeto y colaboración» con la justicia y a defender que él había actuado conforme los informes técnicos.
Se les pasó el plazo
Según las mismas fuentes, Fuset dijo en su declaración lo habitual en estos casos: que firmaban lo que les ponían delante los funcionarios y que fue «una cuestión de los técnicos», al tiempo que señaló que no había participado en las reuniones.
Recordaron que, durante el proceso, el Ayuntamiento negaba que hubiera habido una Inspección de Trabajo, pero sí hubo y de hecho, el Consistorio fue sancionado con 40.686 euros por una infracción muy grave en el montaje de las gradas, una sanción que pagó y no recurrió.
Al ser preguntado sobre por qué el Consistorio no recurrió la sanción, Fuset sostuvo durante su declaración que se les pasó el plazo.
Según las mismas fuentes, hay personas imputadas del Consistorio, de las empresas promotoras musicales y de las que realizaron las gradas. Los representantes de la acusación particular no quisieron hacer declaraciones tras las declaraciones de Fuset.
