“Pensé que era un avión”, dice Marbelis Castaño. Sintió las primeras ráfagas de viento a las 8:10 p.m., poco después de iniciar el noticiero. “No tengo palabras para describir lo que pasó después”. Marbelis se encerró con su hijo de brazos en el baño de la casa de Luyanó y lo abrazó con todas sus fuerzas: “Creí que no íbamos a pasar de ahí”.