Para los gobiernos municipales no es fácil ofrecer seguridad con bandas del crimen organizado fuera de control, enfrentadas entre sí y con las fuerzas de los gobiernos federal y estatal.
No es fácil para las Policías municipales contener los asesinatos violentos cometidos por comandos armados con armas largas, cuando ni las fuerzas federales ni las policías de segundo piso, como Fuerza Civil, han podido hacerlo.
Por eso en Guadalupe, como en el resto de los municipios metropolitanos, se enfocan más en la violencia que no es de alto impacto ni del crimen organizado.
El actual secretario de Seguridad guadalupense, Gerardo Palacios Pámanes, fue también el primer secretario de Prevención Social en la pasada administración y a quien le tocó elaborar el primer diagnóstico de delitos por zonas geográficas en Guadalupe.
La actualización de ese diagnóstico refleja que actualmente hay 33 colonias con el mayor espectro de delitos como robos, asaltos a persona, violencia familiar, entre otros ilícitos que debe enfrentar la Policía de Guadalupe.
Por eso el proyecto de la alcaldesa Cristina Díaz, además de reforzar con nuevas patrullas a su policía, es poder enlazar cuanto antes en tiempo real al C4 de Guadalupe con el C5 estatal mediante fibra óptica.
Y el objetivo en el mediano plazo es contar con un Centro de Justicia Cívica similar a los que operan, uno en Morelia, Michoacán, y otro aquí en el municipio de Escobedo, Nuevo León.
Tampoco es nueva en el oficio de alcaldesa: ya gobernó Guadalupe del 2006 al 2009, cuando conoció los sectores con los problemas más añejos que todavía siguen vigentes, como en la Unidad Piloto, Nueva Almaguer, Cañada Blanca o Tres Caminos.
No la tiene fácil, y más allá de su origen priista, hoy oposición federal, Cristina está obligada en esta segunda oportunidad como alcaldesa, a demostrar que podrá mejorar la seguridad de Guadalupe. Hablarán los resultados.
javier.sepulveda@milenio.com